Miriam Lafuente entrevista en esta ocasión a Pía Nieto, Organizadora profesional y autora del “Manual para organizar tu casa” (Almuzara, 3ª edición). Organizar la casa te permitirá llevar una vida estructurada y simple, con estabilidad emocional y tiempo libre, sin estrés. Organizar la casa es preparar las cosas pensando detenidamente en todos los detalles necesarios para su buen desarrollo. Y eso es lo que Pía hace, a lo que se dedica. Busca la clave que ayude a que todo funcione mejor en casa y, por tanto, en la familia. Le gusta estar en los detalles, es rápida y eficaz. Así es Pía. Te recomendamos que después de leer la entreviste, bucees en su web para conocerla mejor.
Fundamentalmente poder llegar a mucha más gente y que se beneficiaran de todo lo que digo. Mi propósito fue llegar a un público muy concreto: los ">https://www.arguments.es/vocacion/2019/01/21/millennials-y-monjes-benedictinos/">millennials; ese sector al que no le ha llegado la herencia de madres y abuelas que nos lo han enseñado casi todo acerca del hogar. Hoy se encuentran muy perdidos. Quería aportar sistemas de organización y orden muy sencillos para facilitarles la vida y la conciliación.
Llevo trabajando en este sector más de veinticinco años. Me dedico a ordenar y organizar cualquier aspecto de una casa incluso a formar personas. Siempre me ha gustado todo lo relacionado con el trabajo doméstico, pero desde una perspectiva profesional que me llenara de verdad, por eso estudié Ciencias Domésticas en el Centro de Investigación en Ciencias Domésticas (Madrid). También le debo mucho a mi madre que nos inculcó desde pequeños el cariño por el cuidado de las cosas de la casa como parte esencial en nuestro propio desarrollo y en beneficio de toda la familia.
El orden es pura reflexión. Cuando pensamos con calma analizamos mejor y somos mucho más atinados en nuestros juicios y decisiones. Esto influye en todos los aspectos de nuestra vida. Creo que ha llegado un momento en que la velocidad que llevamos está teniendo un coste humano alto. Hablar de orden ayuda a centrar la cabeza.
Todo depende del tipo de vivienda, de familia, de sus costumbres, horarios y estilos de vida. Como norma general se limpia a fondo una vez a la semana para poder hacer una limpieza de mantenimiento el resto de los días o en días alternos. La rutina diaria, si tienes empleada o si lo haces tú, comienza por programar una lavadora, organizar la comida y recoger la cocina. Luego ya se inicia la limpieza con tiempo de inicio y de fin. Un profesional tiene hora de entrada y hora de salida. Nosotros igual. Es el modo de trabajar con ritmo, bien concentrados y rindiendo al máximo. Y desde luego sin móvil, con ropa cómoda de trabajo y calzado adecuado. En la planificación de limpieza también debemos incluir las especiales que son menos frecuentes, y requieren de una logística concreta.
En mi opinión en la falta de organización incluso para algo tan básico, como necesario: pensar para establecer prioridades y organizar la casa. Así de sencillo. Si entendemos esto habremos dado un gran paso. Dedicar tiempo a pensar en mi casa, en mis necesidades y hábitos de vida, es fundamental para tener más calidad de vida porque tendremos más orden y armonía personal y familiar. Pero, para eso hay que pararse y pensar, luego organizar. A partir de ahí ya solo queda seguir la organización y actualizar lo que sea necesario cada semana en esos treinta minutos de organización semanal, indispensables para que todo marche bien.
Cuando pensamos en el estilo de vida que queremos y podemos llevar, y hay orden y organización, es más fácil programar y ver qué compras hay que hacer y cuales, no. El motivo debería estar en función de la necesidad, del poder adquisitivo y del espacio que tenemos. Si compramos sin pensar por encima de nuestras posibilidades reales, entonces tendremos, no solo un problema de acumulación, sino también, de limpieza. Los espacios sobrecargados son más complicados de limpiar y el riesgo de no hacerlo es altísimo.
Como ves todo se reduce a lo mismo; a tener una visión más profesional del trabajo doméstico. La responsabilidad de la gestión de la casa la debe llevar una sola persona para organizar, delegar y supervisar o para organizar y ejecutar el mismo la organización con un horario que le permita hacer otras actividades. Por eso para tener una vida sana y una dieta equilibrada, hay que hacer los menús y una lista de compra ajustada a los menús. En nuestra cultura lo tenemos muy fácil; la dieta mediterránea a la que estamos, por fortuna, muy acostumbrados. Variedad y productos frescos estacionales unido a técnicas culinarias sanas, descartando alimentos procesados, desajustes en los horarios o saltarnos cualquiera de las 5 ingestas diarias. Cuando esto afecta a los niños o adolescentes, con más razón. Si comen en los colegios hay que saber el menú para programar y equilibrar las cenas y si comen de tartera, hay que organizar cuándo se hacen esas comidas y como acoplarlas dietéticamente con las cenas.
Están surgiendo iniciativas en supermercados, como llevar tus propios recipientes. Pero no olvidemos que el plástico es un negocio. Cambiar las mentalidades lleva tiempo porque comprar alimentos ya envasados en plástico es comodísimo y hay que hacer un esfuerzo mental por ser coherentes si queremos ser 100% ecológicos y cuidar el medioambiente. Lo que podemos hacer es elegir siempre la opción de compra a granel o envasada en papel/cartón o cristal y llevar en la mochila siempre una bolsa de tela o de papel bien doblada para meter la compra. Y cuando es mayor, el tradicional carrito de la compra.
Es cierto. La oferta es amplísima incluso dentro de las mismas marcas y el consumidor se desorienta sobre todo porque no sabe. Se compran productos porque los anuncian en la televisión y sin terminarlos se compran otros por recomendación de alguien que nos ha dicho que es fantástico. Cuidado. Se nos va el dinero y un producto de limpieza o detergentes son elementos químicos contaminantes. Por eso recomiendo reducirlos al máximo. Para limpiar bien un cuarto de baño necesitamos: un desinfectante, un limpia cristales y un producto antical.