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Mostramos la ponencia que el profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, don Francisco Pérez-Latre impartió durante las recientes Jornadas "La Comunicación de la Fe en la Opinión Pública". Voy a usar un estilo más conversacional que académico, porque estoy entre amigos. Trataré de compartir algunas experiencias y consideraciones de un investigador de la comunicación en un contexto concreto: después de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), y a punto de empezar el Año de la Fe, en el mundo de la nueva evangelización que ha descrito tan bien Jutta Burggraf[i]. Pienso que las JMJ no pueden ser emoción pasajera sino un acontecimiento transformador, que marca un antes y un después.La comunicación de la fe es…la comunicación. La comunicación es una actividad que tiene sus reglas, como la física, la construcción y el fútbol. Vamos a ver algunas de esas reglas en las redes sociales.1. Las redes sociales son plazas públicas. A partir de 2003, empezaron a tener audiencias “masivas”. En Facebook ahora mismo estamos hablando casi de 800 millones de personas, es un fenómeno único en la historia de la comunicación. Es evidente que en las redes sociales se dicen tonterías, e incluso hay gente que tiene en ellas conductas peligrosas. Pero también reflejan la sed humana de vínculos con otras personas, de amistad, de estar cerca unos de otros. A la vez, pueden reflejar simplemente vanidad o narcisismo. Es un mundo de paradojas, las paradojas de la comunicación digital[ii]. 2. En las redes sociales debes tener una clara identidad. No puedes tener lo que se podría llamar el “síndrome de Jason Bourne”, que ya no sabe quién es. Tienes que ser quién dices ser. A veces la distinción entre vida "online" y vida "offline" confunde un poco: la identidad es la misma. Tienes que elegir tu perfil, apostar por qué tipo de persona vas a ser. Puedes suscitar inquietudes, compartir frases que te han hecho pensar, o hablar de Dios, de la Virgen, del Papa o de los ángeles y los santos, nuestros grandes amigos. El cristianismo te hace alegre, optimista, te da esperanza. No tienes más que transmitirlo. Las JMJ tuvieron casi 500.000 amigos en redes sociales. Tú mismo en aquellos días inolvidables escribiste tuits, colgaste contenido sobre las JMJ en Facebook y YouTube. 3. Si hablas de religión tienes más audiencia: la religión fascina a las multitudes. Estudia a Juan Pablo II o Benedicto XVI como comunicadores (lee Luz del Mundo, por ejemplo[iii]): te dará excelentes pistas para tu perfil en las redes sociales. También puedes aprender de la actividad en redes sociales de grandes marcas como Coca-Cola, Starbucks, Volkswagen o Google. Y no es verdad del todo que vayamos contracorriente, porque el mundo neopagano carece de futuro, es una civilización que ha agotado sus soluciones y respuestas. Además, es inferior culturalmente, porque es individualista y eso dificulta mucho encontrar soluciones. 4. Cuenta hasta 10: hay que usar las redes sociales con medida y reflexión. Tienes que formarte para usarlas. Hemos construido autopistas de la información, pero nos hemos olvidado de enseñar a conducir. La adicción a la conexión y a la “popularidad” te hace ineficaz e improductivo. Lo importante no es cuánta gente te sigue, sino quién te sigue y a quién ayudas. A Justin Bieber también le sigue mucha gente: acaba de pasar de los 14 millones de seguidores. Pero tú quieres tener credibilidad y autoridad. La comunicación no es cuestión de medios, es cuestión de tener cosas que decir. Para conseguirlo, necesitas buenas fuentes de información. 5. Es importante la velocidad. Hay ciclos de noticias, hay conversaciones en marcha…La “vida” de un post en Facebook es de 80 minutos. En Twitter, el 95% de los RT ocurren 60 minutos después de publicar[iv]. Las cosas tienen su momento, tienen sus horas, como tus públicos. 6. Antes de escribir, tendrías que preguntarte: ¿aporto luz y comprensión? ¿es una ayuda lo que digo? ¿voy a arrancar alguna sonrisa? ¿voy a hacer pensar? Tienes que hablar con respeto, pero no olvides que los temas son controvertidos. Roland Joffé: “I don’t think an uncontroversial saint is a very good idea. If you are a saint, you stand for something“. En todo caso, no te preocupes por las críticas: "If you stand for something, you will always find some people for you and some against you. If you stand for nothing you will find nobody against you and nobody for you”. Cuando hables de religión muchos te criticarán, pero también muchos te apreciarán más y te apoyarán. Ya vimos lo que pasó con los vídeos de Arguments en las JMJ. 7. La revolución de la sonrisa y la amabilidad. No discutas, no te comportes como un troll. Tienes que tener un timeline impecable: debes cuidar la calidad en la comunicación y no puedes convertirte en “spamer”. Tienes que ganar los corazones, no las discusiones[v]. No se trata de ganar a cualquier precio, como en la política. El post del 15 de junio de JMJ Young Answers es todo un manual de estilo que puede servir como pauta[vi]:
8. Usa fotos y vídeos. Es una civilización donde manda lo audiovisual. Tenemos que recuperar la palabra y el pensamiento, pero sin imágenes no se comunica. La religión es rica en imágenes. Hace unos pocos días, Benedicto XVI elogiaba la música de Bruckner, con palabras ricas en imágenes: es "como encontrarse dentro de una gran catedral, observando las imponentes estructuras de su arquitectura que nos envuelven, nos empujan hacia arriba y nos emocionan”[vii]. Piensa en la cruz, la "marca" más omnipresente de la historia, mucho más que Coca-Cola... 9. Las redes sociales tienen también efecto de "comunicación interna". Los que tenemos fe tenemos que apoyarnos y sostenernos mutuamente. Somos parte de una gran tradición y de un gran equipo. Las cosas buenas que dices animarán a los que piensan como tú y les ayudarán a “salir del escondite”. Ya se sabe que las redes sociales entusiasman, provocan movimientos y llevan a la acción "offline". A lo mejor movilizas energías que estaban dormidas, o confirmas a otros. 10. Lo importante no son las redes sociales, lo importante es comunicar con los públicos, aportar sentido, significado y relevancia, curar corazones rotos y mentes desorientadas. El 23 de octubre le preguntaban a Pérez Reverte en XL Semanal: ¿qué consejos le daría usted a un nieto? La respuesta: “que no se arrepienta nunca de haber sido valiente”[viii]. Pues eso. Es tiempo de valientes. Me atrevo a proponer algunos retos inmediatos: la comunicación positiva del derecho a la vida, actuar como altavoces del pensamiento excelente de Benedicto XVI y “dominar” las conversaciones públicas sobre el Adviento y la Navidad.
[i] Ver, por ejemplo, “Comunicar la fe” y “Hacia una cultura de diálogo”. Disponibles en http://www.opusdei.es/art.php?p=39956 y http://www.opusdei.es/art.php?p=34175 [ii] Ver “Paradojas de la comunicación digital” en http://www.aceprensa.com/articles/paradojas-de-la-comunicacion-digital/. [iii] Benedicto XVI (2011). Luz del mundo: El Papa, la Iglesia y los signos de los tiempos. Una conversación con Peter Seewald, Herder, Barcelona. [iv] Ver http://bit.ly/kZLT5i. [v] Es uno de los lemas de “Catholic Voices”. Ver Ivereigh, A. y Griffin, K. (2011). Catholic Voices: putting the case for the church in an era of 24-hour news, Darton, Longman & Todd, London. [vi] El post completo en el blog “JMJ Young Answers”: https://www.arguments.es/blogjmj/?p=270 [vii] http://visnews-es.blogspot.com/2011/10/benedicto-xvi-elogia-la-musica-de-anton.html [viii] Pérez Reverte, Arturo. En XL Semanal, 23 de octubre de 2011. Disponible en: http://xlsemanal.finanzas.com/web/articulo.php?id=73998&id_edicion=6787