https://www.arguments.es/wp-content/uploads/comunicarlafe/2014/02/papa-francisco-300x158.jpg" width="300" height="158" />
"El papa Francisco es portada en RollingStone": esta era una de las frases más repetidas en las redes sociales en estos días. Mucha gente se llevaba las manos a la cabeza; pero no es tan sorprendente después de que el Pontífice haya sido escogido "personaje del año (2013)" en las revistas Time y Vanity Fair. Ya no hay que sorprenderse con el papa Francisco.
Él ya dejó claro que no iba a ser el tipo de Papa al que la sociedad está acostumbrada. Desde el primer momento se mostró cercano. “Un pastor con olor a oveja”, como dice él. Pero no pensemos que esto es un cambio tan drástico como dice la revista RollingStone con ese subtítulo sacado de una canción de Bob Dylan: “TheTimes They are A-Changin'” (los tiempos están cambiando). El papa Francisco mantiene el mismo mensaje, con el que lleva la Iglesia los veinte siglos de su existencia: ha cambiado la forma de decirlo y ahí el carisma del Pontífice juega un papel novedoso y revolucionario. El papa Francisco ha estado presente en los medios desde el primer día. Casi siempre hay una noticia sobre su persona o sobre el Vaticano. La mayoría de los medios dicen que hay cambios en el mensaje de la Iglesia, pero no es así. El mensaje es el mismo, lo que cambia es la forma de decirlo. Francisco habla de caridad, de cariño, de perdón y ese es el mismo mensaje que dio Jesucristo. Francisco se apoya en los medios y nuevos canales de comunicación para decir lo que dice la Iglesia desde siempre: vida, amor, Dios, Cristo, oración... El papa Francisco usa Twitter para difundir su mensaje. Tiene 10,75 millones de seguidores (aproximadamente) y ha aumentado en 3,5 millones el número de seguidores de la cuenta del papa desde que fue escogido Pontífice. También ha habido un cierto acercamiento por parte de los medios tradicionales al Papa. Sorprende que medios contrarios a la Iglesia se hayan acercado a la figura de Francisco. Las palabras del obispo de Roma no dejan indiferente a nadie. ¿Será por ser cercanas y amables? Lo dudo, porque cuando ofrece, cuando da, también exige. Sus palabras son afables, pero a la vez son duras. El Papa no va a cambiar un mensaje de veinte siglos: simplemente porque no quiere. Puede cambiar es la forma de decirlo, de expresarlo. Es normal que cambie porque cada persona es diferente y no hay que olvidarse de que el Papa, antes que papa, es persona, con todo lo que eso implica. En menos de un año, el papa Francisco ha conseguido cambiar la imagen de la curia. Ha conseguido que el mensaje de la Iglesia esté aún más presente en la opinión pública, que la gente se haya acercado a su persona, que se hable más de la Iglesia. Ha conseguido revolucionar los tiempos de la Iglesia dejando intacto su mensaje.