Hoy te contamos una iniciativa preciosa que tiene como objetivo hacer de puente entre las personas y los sacerdotes de España, para facilitar a los enfermos recibir la Unción de Enfermos.Si te gusta y estás en otro país, ¿por qué no te lanzas y la pones en marcha?
Primero lee este hilo del Padre Pablo Pich-Aguilera y luego hablamos... https://twitter.com/PadrePich/status/1244891308843507712?s=20 "Le pido a mi hermana que le pida a su amiga la dirección y un teléfono de contacto, que puedo ir ya mismo. Me dice que OK. Me llama a los 2 minutos. El tío de la amiga de mi hermana ha fallecido. Me dice que había llamado a curas de la zona y que no habían querido ir... Prefiero no saber más. ¿Por qué escribo esto? No esperéis a pedir la unción o la confesión. Los curas estamos para eso. Mucha gente dice que no quieren molestar al cura. ¿Molestar? Hemos sido ordenados para esto. O piensan que el hecho de venir el cura es que va a morir. Por favor, está en juego la salud del alma. No esperéis. Por el cuerpo tomamos miles de precauciones, ¿y por nuestra alma? Es necesario educar a los fieles para que se acostumbren a anticiparse. No hay que esperar a que esté en las últimas un enfermo... Cuando el pronóstico sea grave o haya peligro, llamad. En estos momentos se arrancan muchas almas para Dios. Y ahora con esto del Covid, puesto que en muchos hospitales no pueden ir los curas a atender a los contagiados. A la que empiecen los síntomas llamad al cura. Irá a casa. La Unción nos se da porque el enfermo se vaya a morir. Es un sacramento de vivos, de sanación de cuerpo y alma. ¡Qué bonito poder administrar los Últimos Sacramentos! ¡Qué bonito recibirlos antes de marchar a la casa del Padre! ¡Qué consuelo ir así al encuentro con Dios!". (FIN)
Te presentamos: "Que no se pierda ninguno". Como ellos mismos explican en su bio de Instagram, se trata de hacer de puente entre personas y sacerdotes, para que en estos difíciles momentos y siempre, se pueda recibir la Unción de Enfermos. ¿Cómo? ¡Muy sencillo!
Te contamos lo que viene recogido en el Compendio del Catecismo de la Iglesia a cerca de este Sacramento:
Los sacerdotes son otros de esos #HéroesSinCapa que pasan desapercibidos, a los que nadie aplaude desde el balcón, porque si lo hiciéramos no tendríamos manos suficientes para aplaudirles como se merecen. Son ese bálsamo que alivia el dolor no solo del cuerpo, sino también del alma. Y son los que seguirán ahí disponibles, sin cerrar por vacaciones, cuando el COVID-19 si Dios quiere pase y se vaya. De alguna manera no nos sorprende que estén ahí, porque se han ordenado para eso, para servir, para estar hasta el final al lado de cada oveja por perdida y abandonada que se encuentre. "La Iglesia hace lo que siempre ha hecho que es acompañar a los enfermos y liberar a las personas de sus miedos". Pero aunque no nos sorprenda, no por eso hemos de abandonarles a su suerte. Ellos son ministros de la gracia, pero nosotros tenemos el deber de sostenerlos con nuestra oración, acompañarlos con nuestro cariño y ayudarles en lo que esté en nuestra mano. No salen en la tele, no hablan de ellos en los medios... aunque de vez en cuando alguien cuenta la historia de alguno. Desde aquí nuestro agradecimiento, aplauso y por supuesto, oración para todos ellos.