https://www.arguments.es/wp-content/uploads/arte/2016/12/san_juanito_murillo.jpg|https://www.arguments.es/wp-content/uploads/arte/2016/12/image-2016-12-07-2.jpg' style='height:auto;max-width:500px;width:100%;display:block;margin:auto;object-fit:cover'>
Llegan noticias de Judea. Isabel, prima de María, hace llegar su alegría por el pequeño Juan, su hijo, que parece dar los primeros gateos. Sabremos que luego aquel Juan será el precursor. El nuevo Elías que llamaría a la conversión. María y José siempre se alegran con las noticias de sus parientes ancianos de Judea. Alguna luz brilla entre la oscuridad de su inminente partida. Juan será la voz que clamará en el desierto... ¡Qué familiares nos resultan estas palabras!, cuando nosotros hacemos oídos sordos tantas veces a las suaves llamadas a la conversión.

Entrada anterior: La promesa de Isaías - Sábado II Semana de Adviento Entrada siguiente: La rosa de María - Lunes III Semana de Adviento