Personas encantadoras
La verdadera nobleza del hombre procede de la virtud, no del nacimiento. -Epicteto- Una enfermera muy agradable, a pesar de estar sobrecargada de trabajo, atendía con solicitud a un anciano casi moribundo, cuando vio entrar a un joven en la habitación, y entonces, instintivamente, dijo al enfermo: —Señor Juan, acaba de llegar su hijo. […]
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