Si la Iglesia católica tiene el mejor mensaje del mundo, ¿por qué la gente no lo quiere escuchar? ¿No será que los cristianos a veces no sabemos transmitirlo bien? Aquí aprenderás principios básicos de comunicación aplicados a la transmisión de la fe y algunos métodos para comunicar la fe en positivo, también en la controversia, acompañados con ejemplos y una selección de buenas prácticas.
En palabras de Juan Manuel Mora, -doctor en comunicación y actual Vicerrector de Comunicación de la Universidad Pontifica de la Santa Cruz-: “El mensaje cristiano ha de transmitirse como lo que es: un sí inmenso al hombre, a la mujer, a la vida, a la libertad, a la paz, al desarrollo, a la solidaridad, a las virtudes… Para transmitirla adecuadamente a los demás, antes hay que entender y experimentar la fe de ese modo positivo. “La fuerza con que la verdad se impone tiene que ser la alegría, que es su expresión más clara. Por ella deberían apostar los cristianos y en ella deberían darse a conocer al mundo”, Benedicto XVI”.
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“Comunicar la fe no es discutir para vencer, sino dialogar para convencer. El deseo de persuadir sin derrotar marca profundamente la actitud de quien comunica. La escucha se convierte en algo fundamental: permite saber qué interesa, qué preocupa al interlocutor. Conocer sus preguntas antes de proponer las respuestas.
La comunicación no es principalmente lo que el emisor explica, sino lo que el destinatario entiende. Para comunicar es preciso evitar la complejidad argumental y la oscuridad del lenguaje. Es una relación que se establece entre personas, no un mecanismo anónimo de difusión de ideas. El Evangelio se dirige a personas. Personas con sus propios puntos de vista, sus sentimientos y sus emociones. La empatía no implica renunciar a las propias convicciones, sino ponerse en el lugar del otro. Convencen las respuestas llenas de sentido y de humanidad. Por eso, la caridad es el contenido, el método y el estilo de la comunicación de la fe. Gracias a la caridad, la evangelización es siempre y verdaderamente, nueva”, Juan Manuel Mora.
