El diseño en la comunicación de la fe

27/06/2012 | Por Arguments

Comunicar la fe

periodistas

Hemos concedido antes una gran relevancia a los contenidos de una web. Pero si hemos señalado que el contenido es lo importante, el diseño es lo imprescindible. El diseño actúa como un elemento más de comunicación que facilita al usuario llegar a los contenidos principales y saber qué es lo fundamental dentro de una página. Un buen diseño debería permitir al usuario conocer de un golpe de vista los aspectos esenciales de la web en la que se encuentra y discriminar qué le compensa visitar de esa web.

En cierto sentido, es una barrera que has de quitar para que la persona que llega a la web permanezca en ella y vaya visitando los contenidos. Si asustamos al usuario con un diseño poco atractivo, aunque tengamos contenidos de mucha calidad lo perderemos. Y quizá para siempre. Por supuesto, el diseño está estrechamente a la belleza. Cuando una persona obseva algo estéticamente bello será más fácil que se quede en la página, mientras que si no le gusta o le parece feo, cambiará de página rápidamente. Y no podemos ignorar que la competencia es alta y que si nuestra página es poco atractiva perderemos lectores a favor de otras páginas con mejores diseños.

Comunicadorhttps://www.arguments.es/wp-content/uploads/comunicarlafe/2012/06/CIMG3378-300x265.jpg" width="300" height="265" />Si consideramos las páginas más visitadas en Internet, que muchas personas visitan a diario, encontramos una característica en común: son webs muy sencillas. Facebook, Twitter, Google… podrían ser buenos discípulos del arquitecto alemán Ludwig Mies van der Rohe, célebre defensor del lema “menos es más”. No por incluir muchísimos elementos tendremos una web mejor sino que se trata de que los contenidos que tengamos sean de calidad y especializados en una temática concreta, como hemos indicado antes.

Otra característica clave en una web bien diseñada es la limpieza. Podríamos señalar que el diseño consiste en limpiar para que el contenido se vea. Entre los elementos que contribuyen a la limpieza es esencial la sobriedad cromática, cuantos menos colores mejor, como hacen las webs más destacadas de Internet. Si cambiamos demasiado de color el usuario no asociará nuestra marca a un color determinado y es más sencillo que se canse de la apariencia de nuestra página que si mantenemos un, dos o tres colores.

De la misma manera, es una ayuda muy clara a la lectura mantener pocas tipografías, ya que contribuye a la claridad. Más consejos relacionados con esta idea son no abusar de gifs llamativos (están pasados de moda), no utilizar palabras en mayúsculas (en Internet es como gritar) y mantener una línea de seriedad y profesionalidad en la página, transmitiendo nuestra imagen corporativa a través de todo lo que hagamos, porque todo comunica: el color, las tipografías, las imágenes, los vídeos… incluso la disposición de los elementos en la página.

En relación a las imágenes hay varios puntos a tener en cuenta. Tenemos que tratar a nuestro público como personas adultas (a no ser que nuestro público específico sean niños) y no utilizar imágenes infantiles. Asimismo, cuando utilizamos una foto hay que subirla a una calidad buena, que permita al usuario observar con comodidad la imagen, sin que esté pixelada. Pero no hemos de caer en el error de subir las fotos a máxima calidad porque tardaría demasiado en cargarse la página. Resulta indispensable conocer la propiedad de las fotografías y saber si tenemos derecho a usar las fotos. Algunas imágenes en Internet cuenta con licencia Creative Commons, que nos obliga a citarla y otras con Copyright que no se pueden utilizar sin el permiso expreso del autor.

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