Tiene nombre de película de miedo; pero está lejos de serlo. The Coffinmaker (El fabricante de ataúdes) es un breve documental que cuenta el trabajo del carpintero y fabricante de ataúdes, Marcus Daly. De forma sencilla y directa, Daly narra cómo afronta su trabajo y el sentido que ve detrás de él.
"Estás construyendo algo para alguien, algo que muchos consideran un destino, la gente piensa que la tumba es el final y yo trato de mostrarles que no, que es una puerta". Para Marcus Daly está claro: con la muerte no acaba todo, sino que es un paso. Ciertamente, es un paso doloroso. Sin embargo, es una realidad que debemos afrontar con esperanza. Los que tenemos fe sabemos que la muerte no constituye el final. Y por eso, aunque la muerte no deje de producirnos cierto temor, tampoco hemos de ocultarla o disfrazarla. De alguna manera, esto es lo que refleja The Coffinmaker. Lo dice muy bien Daly al afirmar que "si lo hacemos [al ataúd] muy cómodo, nos privaríamos de la oportunidad de hacernos más fuertes para poder continuar".
En la descripción del documental en Vimeo, el autor asegura que cada año los norteamericanos entierran suficiente metal en el suelo como para reconstruir el Golden Gate Bridge. Para el fabricante de ataúdes de Vashon Island, Marcus Daly, sus ataúdes de madera, sencillos y hechos a mano, son una alternativa económica, ecológica y sostenible. "Creo que fuimos hechos para sostenernos unos a otros y creo que sostener a alguien que amas, y vivirlo como un compromiso, es muy importante para nuestra manera de afrontar la muerte. Queremos saber que hemos sido partícipes y que hemos hecho nuestro deber", asegura Daly. Enterrar a los muertos es una de las obras misericordiosas que nos recordaba el Papa en el Año de la Misericordia, y este carpintero estadounidense lo ha captado.