">http://www.arguments.es/wp-content/uploads/lachispa/2018/12/Sencilez-1-1-e1545390438607.jpg"> Las personas cuando viven más seriamente por dentro, también viven más sencillamente por fuera. -Ernest Hemingway-            Tiene José María Pemán (1922-1981) una poseía: Elogio de la vida sencilla, de la que extraigo estos versos:  Quiero gozar cuanto pueda, y, con acierto y medida, gastar moneda a moneda el tesoro de mi vida;  más no quiero ser jamás como el que amontona el oro y no goza del tesoro por acrecentarlo más. Cada vez tenemos más cosas, pero ¿somos más felices? Según algunas estadísticas parece que no: * En la década de 1950 había menos de un 1% de personas con depresión en los países del Primer Mundo. Actualmente el porcentaje se sitúa en el 15%. * En la década de 1980, el número de muertes por suicidio y enfermedad mental en España era de menos de mil fallecimientos al año. En 2008, en número ha subido a trece mil. Desde la década de 1950, cada vez tenemos más. El progreso material aumenta y nos ofrece inagotables oportunidades de consumo. Pero ¿tener más nos hace mejores? Parece que no, porque a pesar de todos los avances, hay signos de un galopante retroceso en nuestro bienestar real. Me contó un amigo que hizo un viaje a Cuba y le chocó la escasez de medios que tenían los cubanos, pero que el impacto más fuerte lo recibió al volver a España, porque acostumbrado a disponer de pocas cosas durante su estancia en Cuba, le llamó la atención el darse cuenta de la cantidad de bienes accesibles que tenemos en nuestro país. Sin embargo, me observó, no vi proporción entre la posesión de bienes materiales y la sensación de felicidad personal. Una de las principales manifestaciones de este retroceso es el malestar emocional. ¿No es cuando menos curioso, el hecho de que en la sociedad del bienestar, de la mejor calidad de vida que hemos tenido en los últimos años, se incrementen los índices de depresión, ansiedad y suicidios, como hemos visto en la breve estadística anterior? Cada vez tenemos más cosas, pero ¿somos más felices?, ¿más es mejor? A la luz de estos breves e incompletos datos, parece que no. Pero la sociedad en la que vivimos no deja de vendernos la idea de que la correcta evolución de la vida es obtener más y mejores medios, oportunidades, comodidades: si puedes tener dos coches, ¿por qué conformarte con uno?  La sobreabundancia suele generar desprecio; así, dejamos la comida por aburrimiento mientras en otros sitios son felices con un plato de arroz; por eso, de verdad, ¿más es siempre mejor?