">http://www.arguments.es/wp-content/uploads/lachispa/2020/07/No-vale-quejarse-e1593620272974.jpg"> Quejarse es el pasatiempo de los incapaces. -Hugo Ojetti- Es muy fácil, casi inconsciente, el deslizarnos por la pendiente de la queja, de la crítica, del juicio negativo a algo o a alguien. Es muy fácil, y quizás por eso no somos conscientes de ser arrastrados por la ley de la atracción, según la cual, esa energía negativa utilizada, será devuelta a nosotros, pero multiplicada, y así, alimentamos aquello de lo que nos quejamos y, lógicamente, lo hacemos más grande al alimentarlo. No es el caso de Matt Stutzman (1982. Kansas. EE. UU.), el hombre que dispara más lejos con un arco a pesar de que ¡no tiene brazos! Suelta la cuerda con la boca y sujeta e impulsa el arco con la pierna. Matt nació sin brazos y a los cuatro meses, sus padres biológicos creyéndose incapacitados de criar al hijo, renunciaron a su paternidad. Fue adoptado seis meses después por Leon y Jean, un matrimonio granjero de Iowa. Su madre, Jean, explica cómo trataron a Matt con toda normalidad: Aprendió a caminar y alimentarse por sí mismo a los 18 meses. La estrategia de nuestra familia fue darle la libertad de intentar cualquier cosa si procuraba hacerlo con sus propios medios. Le gustaba subirse a los árboles, al tractor, ayudar en la granja, llevar agua con los cubos para alimentar a los animales, jugar al fútbol, baloncesto, ir de pesca…: en fin, una vida llena de acción y de gente. A Matt lo educamos, desde el principio, a gestionar su vida sin acomodaciones especiales. Se marchó de casa a los 19 años, creó su propia familia, se casó y tiene tres hijos a los que educa en los principios que lo formaron a él: no vale la pena quejarse por lo que no tienes, sino que hay que esforzarse por lograr tus objetivos. Él lo sintetiza en una frase: «imposible» es un estado mental. En los juegos Paralímpicos de Londres de 2012, logró la medalla de plata y, según consta en el libro Guinness, es la persona que ha logrado dar en la diana a una distancia de 283,46m. Matt es un paradigma más de que el espíritu es más fuerte que la materia. Son muchísimos los ejemplos de personas que, ante limitaciones físicas, se han negado a rendirse y a vivir del lamento. Personas que, con ilusión, esfuerzo y perseverancia, nos demuestran a diario que Matt Stulzman tiene razón, cuando encuentran medios para dar plenitud a su vida, porque viven convencidos de que no vale la pena quejarse por lo que no tienes.