Problema u oportunidad

02/04/2022 | Por Arguments

Antonio Rojas

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catequesis

la chispa

¡Al infierno con las circunstancias!  Yo creo en las oportunidades. ?Bruce Lee? Me enviaron por WhatsApp un video en el que una pequeña niña, sin brazos ni piernas, se esforzaba por subir las escaleras de un tobogán. Apoyándose en la barbilla y sus dos pequeños muñones, consiguió llegar a la plataforma. Cada vez que subía un escalón, se paraba y sonreía. En la plataforma, contorneando su cuerpecito, se colocó al principio de la rampa y se deslizó. El video termina con la indescriptible cara de satisfacción de la niña al ver realizado, con gran esfuerzo, su propósito. Y me acordé de Helen Adams Keller (1880-1968), escritora, oradora y activista política sordociega estadounidense. A la edad de diecinueve meses sufrió una grave enfermedad que le provocó la pérdida total de la visión y la audición. Su incapacidad para comunicarse desde temprana edad fue muy traumática para Helen y su familia, por lo que estuvo prácticamente incontrolable durante un tiempo. Cuando cumplió siete años, sus padres decidieron buscar una instructora, y fue así como el Instituto Perkins para Ciegos le envió a una joven especialista, Anne Mansfield Sullivan, que se encargó de su formación y logró unos objetivos espectaculares en la educación de Helen. Anne, con una paciencia y cariño infinito, consiguió que Helen no sucumbiera a las negativas emociones que la empujaban a la cómoda y nefasta autoconmiseración, sino que, al contrario, el enorme problema que suponía ser ciega y sorda, lo transformó en la oportunidad de despertar las expectativas que albergaban en el interior de Helen, sacándola de su oscura y silenciosa prisión, y llegar a expresar sus sentimientos. Transformando un problema en una oportunidad, Helen Keller siempre mantuvo un agudo y esperanzado ojo interior fijo en una luz que la guio a superar sus severas discapacidades físicas, para construirse una vida más creativa que la de muchas personas capaces de ver y oír sin problemas. Las dudas, las incertidumbres, y una cierta sensación de ineptitud, pueden hacer que un sencillo problema, crezca progresivamente como una bola de nieve hasta convertirse en algo bastante más complejo de lo que en realidad es. Cuidado con las ansiedades; lo inteligente es buscar lo mejor en cada ocasión y, así, transformaremos los problemas en ocasiones de buscar un bien mayor, convirtiendo los problemas en una oportunidad de disfrute. Y es que siempre ocurre igual. Según el punto de vista, según la actitud, según nuestra disposición ante cualquier problema, ante cualquier circunstancia, ante cualquier traspié que la vida nos presenta, podemos enfrentarnos a un problema o abrirnos a una oportunidad.

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