En el libro que recientemente ha publicado Eva Fernández, corresponsal de Cope en Italia y el Vaticano titulado ''El Papa de la Ternura'', dedica uno de sus 14 capítulos (en concreto el número 4) a los refugiados. En él se puede leer una frase que se me quedó clavada en el alma, y dice así: ''El día que nos canse oír hablar de inmigrantes y refugiados puede que, como decía G. K. Chesterton, ya no tengamos más conciencia que cargar''. Unas líneas más adelante la propia corresponsal cuenta cómo trata de seguir de cerca en su día a día ''el el parte angustioso y frío de ahogados y rescatados en el Mediterráneo''. Afirmando que ''duelen las sumas, pero mucho más las restas''.
Aquí puedes leer algunas de las declaraciones y acciones principales que el Papa Francisco realizó cuando la crisis de refugiados estalló en torno al año 2015:
La Asamblea General de las Naciones Unidas, en 2001, eligió el día 20 de junio como el Día Mundial de los Refugiados, como expresión de solidaridad, sensibilización y responsabilidad con todas las personas refugiadas. Según datos del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para el Refugiado), actualmente hay más de 70 millones de personas refugiadas, desplazadas y/o apátridas en el mundo. De ellas, aproximadamente la mitad son desplazadas internas, desarraigadas dentro de sus propios países. Los conflictos armados, la pobreza y el subdesarrollo son las principales causas de los desplazamientos forzados de población. Ante esto se puede mirar para otro lado y hacer como quién no ha visto nada. Pero, ¿y si quién tuviera que dejarlo todo y huir fueras tú? ¿Eso es lo que haría Jesús? El mismo Francisco tuvo que emigrar de su país: “Yo también nací en una familia de inmigrantes: Mi padre, mis abuelos, como tantos otros italianos, se marcharon a Argentina y conocieron la suerte del que no tiene nada. También yo podría haber estado entre “los descartados” de hoy. Por eso, en mi corazón resuena siempre esa pregunta: “¿Por qué ellos y no yo?”. El Papa ha recordado ante los dirigentes políticos en innumerables ocasiones su responsabilidad ante esta situación tan dramática que afecta a millones de personas: “Todos los países deben hacer esto con la virtud del gobierno que es la prudencia, porque un país debe acoger todos los refugiados que pueda e integrarlos: educar, integrar, darles trabajo”. “Todo ser humano anhela una vida mejor y más feliz, y no se puede resolver el desafío de la migración con la lógica de la violencia y del descarte, ni con soluciones parciales”.
Queremos recoger a continuación, algunas de las consideraciones que el Papa Francisco ha compartido en su cuenta personal de Twitter, y que te pueden servir para meditar en tu oración personal: