Ya somos ricos

15/11/2019 | Por Arguments

Antonio Rojas

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la chispa

">http://www.arguments.es/wp-content/uploads/lachispa/2019/11/YA-SOMOS-RICOSS-1280-e1573820693682.jpg"> Cada día es diferente, cada día tiene su propia novedad, cada día trae su propia carga de gozos y de dolores. ¿En cuáles te fijas? - K. Chesterton-            Aquel matrimonio, en la plácida y dulce acogida de su hogar, comenta la buena estrella de sus amigos, afortunados en negocios y dinero. La esposa, con añorante ilusión, comenta:           —Alguna vez, también nosotros seremos ricos, ¿verdad?           El esposo la mira cariñosa y largamente y dice: —Nosotros ya somos ricos, querida. Di más bien que... alguna vez tendremos dinero. Ser ricos o ser pobres no depende del dinero que se tiene. Son cosas distintas. Hay hombres que son ricos de veras y no tienen, o tienen poco dinero. Hay hombres que, amontonando millones, son tristemente pobres. No es cuestión de monedas sino de la sana postura mental que cada uno tiene frente a la vida. La postura mental es decisiva en la vida. La generación de ideas, sentimientos, maneras de ver y juzgar la vida y las situaciones que nos envuelven a diario aligeran o recargan el peso del diario vivir. Hay un abismo enorme entre una y otra postura mental. Una rosa es una rosa, pero... algunos tienen la inclinación de ver, sobre todo, espinas.  Otros, sin ignorar las espinas, disfrutan del conjunto y gozan del color de la hermosa flor que corona la espinosa rama. Y disfrutan pensando que las espinas simbolizan la defensa de la belleza de la flor, o que esta signifique el triunfo de la belleza sobre las espinas. Es, simplemente, otra postura mental. Si queremos resumir las dos posturas ante una misma realidad, podríamos acuñar estas dos frases: * ¡Qué pena! ¡Hasta las rosas tienen espinas!           * ¡Qué hermosura! ¡Cómo, sobre las espinas, vive y se goza la rosa! Si dice el refrán, que quien siembra vientos recoge tempestades, ¿qué puede esperar quien alimenta una dañosa postura mental, amargada, hiriente, triste y arrugada? Cierto: la gente que es negativa quita energía, encoge. También cierto: la gente positiva saca lo mejor de nosotros, y nos recarga de emociones que nos hacen sentirnos bien, optimista, creativos. Y es que, si supiésemos disfrutar de las maravillas de la vida, el dinero sería secundario para gozar del diario vivir, porque, por el solo hecho de vivir, ya somos ricos.

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