">http://www.arguments.es/wp-content/uploads/lachispa/2023/01/Gol-de-chilena-e1674216908658.jpg"> Muchas personas deben la grandeza de sus vidas a sus muchas dificultades. -Miguel de Cervantes- Guillermo COLL Morey, ex jugador de baloncesto, cuenta que se hizo un triangular de fútbol sala a favor de un colectivo de niños con retrasos mentales. Tres equipos: uno, de periodistas; otro, de chavales de dicho colectivo; y el tercero, de deportistas. Entre los deportistas estaba Xavi Torres, nadador tetrafocomélico. Xavi salió a jugar con sus piernas ortopédicas, pero aquello no funcionaba. Dice Coll: Viendo que aquello no funcionaba, Xavi, enfadado, entró en el vestuario y se quitó las piernas postizas. Solo tiene piernas hasta las rodillas y ahí se pone entonces una especie de cuñas de goma para amortiguar. Salió del vestuario como un rayo y se puso a jugar con la pelota: Un espectáculo. Juan Domingo de la Cruz, que mide 2,06, le vio pasar por entre sus piernas, por debajo de él, y dio un salto enorme del susto que le hizo ver algo que se movía por ahí abajo. De repente, yo tenía el balón y me fui por la banda con dificultad, ya que lo mío es el baloncesto. Xavi me pide que le centre para rematar de cabeza, y hay que pensar que, sin las piernas, debía medir un metro escaso de estatura, pero ahí lo tenías para arriba y para abajo y con la mano (el brazo que tiene) al aire pidiendo el centro. Centré de la mejor manera que pude, o sea fatal, el balón se fue muy arriba para él, pero sorprendentemente el tío hace medio giro, se coloca de espaldas a la portería y ¡remata de chilena para meter gol! Imagínate las caras de todos, hasta de los del equipo contrario. Todos fuimos a felicitarlo y él socarrón nos dice: «¿Qué pasa, nunca habéis visto un gol de chilena?». Las dificultades nos contrarían, tanto a las personas como a los grupos. Sin embargo, pocas veces reflexionamos sobre el valor de las dificultades y de los inconvenientes de no tener problemas, porque el tener las cosas fáciles no incita a que despertemos el ingenio, sino a acomodarnos en la inercia. Con las dificultades, con las contradicciones, la vida adquiere sentido porque se descubre una nueva misión que ilumina nuestro devenir con una luz nueva y original que, cuando nos llega el balón un poco alto, en lugar de perder la ocasión lamentándonos, sabremos hacer un medio giro, colocarnos de espalda a la portería y meter gol de chilena.