">http://www.arguments.es/wp-content/uploads/lachispa/2017/09/como-puedo-mejorar-2-1-e1505497282596.jpg"> Puedo aceptar el fracaso; todos fracasan en algo. Pero no puedo aceptar no intentarlo. - Michael Jordan- Seiji Ozawa es un director de orquesta japonés, particularmente conocido por sus versiones de obras postrománticas para gran orquesta. Suele cosechar grandes triunfos en sus actuaciones, porque, además de su exquisita preparación técnica, sabe motivar a los músicos. Cuando termina el concierto, sale varias veces a recibir la ovación del público, y en todas las ocasiones saluda a todos los componentes de la orquesta, desde el primer violinista hasta los músicos sentados en las últimas filas. En cada aparición agradece a todos los músicos su colaboración, dándoles la mano y dirigiéndoles algunas palabras de aliento. Así siempre, una y otra vez. Sus ensayos son famosos por la búsqueda de la perfección, pero en un ambiente francamente cordial. Da órdenes, hace observaciones con un tono de voz suave, y moviendo sus manos como si acariciase el aire con la batuta. Sabe crear un ambiente de alegría y satisfacción. Por eso sus músicos sienten que son verdad el afecto, las palabras, los gestos que comparte con ellos cuando agradece los aplausos y el momento de gloria del final de cada actuación. A Seiji Ozawa no le interesa solo dirigir a los músicos, sino aumentar la motivación en cada uno de ellos; por eso sus actuaciones se cuentan por triunfos. Nuestra vida debe ser como una orquesta bien dirigida: no basta solo con ejecutar una partitura, hay que darle alma. Tenemos que estar continuamente encontrando la forma de motivarnos, de acrecentar esa actitud interior que nos moviliza positivamente. Esforzarnos cada mañana, cuando comencemos nuestra vida laboral y familiar, en pensar qué podemos hacer por los demás, y cómo ellos podrán ayudarnos. Esta reciprocidad será el inicio de una vida correspondida y exitosa. Y para conseguirlo no necesitaremos aplicar ninguna ciencia ultramoderna, basta motivarnos siendo conscientes que, a la larga, nosotros somos los principales responsables de nuestras vidas. No hay que buscar responsables externos (que también), sino intentar aclarar lo que ocurre en nuestro interior. No me sirven esas personas que siempre delegan sus responsabilidades en otros; lo del refrán: echarle la culpa al empedrado. No me sirven. Lo más práctico es ver, observar, aprender de gente feliz, personas entusiasmadas con ideas y deseos positivos, persiguiendo sus sueños, compartiendo sus logros. Resumiendo. ¿Qué es la motivación? Es la capacidad de mantenernos entusiasmados en el crecimiento, sentirnos llenos de fuerza, y canalizar toda nuestra energía positiva en una dirección, esa que, continuamente, nos lleva a preguntarnos: ¿cómo puedo mejorar?