">http://www.arguments.es/wp-content/uploads/lachispa/2020/03/Descubrir-estrellas-A-e1584746467527.jpg"> La capacidad de entusiasmo es signo de salud espiritual. -Gregorio Marañón- Me contaron que hubo una vez un señor que estaba todo el día sonriendo. Cuando, agobiado por el calor, todo el mundo protestaba del sol y se escondía bajo la sombra de los árboles, aquel hombre caminaba tranquilamente sonriendo, como si disfrutara de la energía del astro rey. Y cuando hacía mucho frío y la gente refunfuñaba porque se le helaban hasta las ideas, Fede, así lo llamaban, sonreía mientras el frío enrojecía su cara. Si llovía, Fede sonreía. Si las motocicletas llenaban de ruido la calle, Fede se tapaba los oídos y esbozaba una sonrisa. Si tenía que hacer cola para comprar o pagar, el hombre sonreía. Si tenía que tratar a una persona huraña, Fede no perdía la sonreía mientras escuchaba. Incluso si alguien se burlaba de él por su cara sonriente como la de los payasos, Fede, con naturalidad, seguía sonriendo. Entre sus amigos, que conocían los esfuerzos que tenía que hacer para sonreír continuamente, era frecuente la clásica pregunta: —¿Cómo lo haces? ¿Cómo te las apañas para tener siempre la sonrisa en los labios? —Ya sabéis, respondía Fede, el secreto está en esforzarse por buscar el lado bueno de las cosas, de las situaciones, de las personas. Y, a base de practicar, te acostumbras a descubrir estrellas aun en las oscuras noches. Es difícil mantenerse neutral o indiferente ante la presencia de una persona entusiasta o con una actitud mental positiva. Es difícil mantenerse indiferente porque el entusiasmo es la pasión por cómo se hacen las cosas y se encaran las situaciones vitales. El entusiasmo genera creatividad y rehúye la queja estéril, porque nadie ha conseguido construir quejándose de lo difícil que es la vida. La queja sistemática es el recurso de los sin recursos. Y si la queja es contagiosa, el entusiasmo también, como dice la psicóloga Majendri Garcia: —Está demostrado científicamente que el buen humor y las actitudes positivas pueden contagiarse de una persona a otra. […] Ante los reveses, se trata de buscar una ilusión que nos dé fuerzas y la forma de salir del atolladero que nos toca vivir. Puede parecer utópico o de ciencia ficción, pero manteniendo el propósito diario de hoy voy a ser una persona entusiasta, y, para ello, hoy no me voy a quejar y voy a buscar salida, sonriendo, a lo que me vaya aconteciendo, os aseguro que, a pesar de las recaídas, y por muy negra que se presente la noche, acabaremos por descubrir estrellas.