Cómo ganar amigos

05/06/2020 | By Arguments

Antonio Rojas

Arguments

catechesis

la chispa

">http://www.arguments.es/wp-content/uploads/lachispa/2020/06/como-ganar-amigos-e1591352649227.png"> La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido. - Rabindranath Tagore- Indro Montanelli (1909-2001) periodista e historiador italiano, en su Historias de los griegos, cuenta la siguiente anécdota sobre la amistad. Durante el siglo IV antes de Jesucristo, Siracusa (colonia griega en Sicilia) llegó a tener casi medio millón de habitantes. Dionisio fue su dirigente más tiránico e instruido. Cuando el filósofo pitagórico Fincias, condenado a muerte por él, le pidió un día de permiso para ir a su casa, fuera de la ciudad, a ordenar sus asuntos, Dionisio consintió con tal que dejase como rehén a su mejor amigo. Damón, el amigo de Fincias, se presentó confiadamente y Fincias llegó en el plazo convenido. Dionisio, en vez de hacerlo matar, pidió humildemente ser admitido en la amistad de ambos, que lo habían conmovido. La amistad es un tesoro y ganar amigos un arte. Dale Carnegie (1888-1955), empresario y escritor estadounidense, escribió en 1936 un manual: Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, que, actualmente, ochenta y cuatro años después, sigue resultando útil a miles de personas. Un detalle importante que destaca Carnegie es hacernos caer en la cuenta de las prioridades del interlocutor: Recuerde que las personas con las que está hablando están cien veces más interesadas en sí mismas, en sus necesidades y problemas que en los problemas de usted. El dolor de muelas de alguien significa más para esa persona que el hecho de que una hambruna en China mate a un millón de personas. Un sarpullido en el cuello significa más para quien lo padece que cuarenta terremotos en África. Piense en eso la próxima vez que inicie una conversación.  Entresaco cuatro consejos del manual que, en realidad, son pura lógica, puro sentido común en las relaciones humanas.

  • Se consigue mucho más en las relaciones sociales elogiando inteligentemente que censurando. La crítica no educa; crea resentimiento hacia quien la practica.
  • Es mucho más provechoso corregirse a sí mismo que intentar cambiar a los demás. No censurar, sino comprender y averiguar por qué actúa así determinada persona.
  • Las personas más populares son aquellas que practican lo de «dos oídos y una lengua» y se preocupan de los problemas ajenos.
  • Infalible: se hacen más amigos interesándonos por lo demás, que tratando de que los demás se interesen por nosotros.

En cualquier caso merece la pena intentarlo, aunque solo sea porque hay pocas cosas en la vida tan sutiles y gratificantes como el saber cómo ganar amigos.

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