">http://www.arguments.es/wp-content/uploads/lachispa/2018/05/aprovechar_el_tiempo-e1525423196102.jpg"> Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años. -Abraham Lincoln- Cuenta una leyenda oriental que un rey le ofreció un extraño regalo a una bella doncella. El rey puso delante de la joven una bolsa de perlas y le prometió que podría quedarse con la perla mayor y más perfecta que encontrara en la bolsa. ?Pero, dijo el rey, tienes que cumplir tres condiciones:
Aceptadas las condiciones, la doncella comenzó jubilosa a sacar perlas de la bolsa. Durante el proceso tuvo en sus manos grandes y valiosas perlas, pero las desechaba en la esperanza de encontrar alguna un poco mayor y más perfectas que las anteriores. De este modo, cegada por la codicia, dejó pasar muchos tesoros especiales. La bolsa se fue vaciando y las perlas se tornaban más pequeñas y de peor calidad. Cuando la doncella llegó al fondo de la bosa, se marchó de allí triste y con las manos tan vacías como cuando había recibido del rey aquel talego. La lección es obvia: muchas veces vamos por la vida a toda velocidad buscando mejoras en todo: en el trabajo, en la vivienda, las amistades, la vida social… y pasamos de largo ante grandes perlas que a diario nos rodean. Dos personas, vecinas y en similares circunstancias, pueden despertarse la misma mañana y vivir un día totalmente diferente dependiendo de cómo vean las cosas. ? ¡Guau! Hoy va a ser un día maravilloso. ? ¡Qué asco! Me espera otro día de perros. De continuo tenemos que estar haciendo opciones en la vida y es fundamental ser conscientes de que ver el vaso medio lleno o medio vacío, depende de nuestra opción constructiva o derrotista. Y hay que ser muy conscientes de que siempre estamos en condiciones de imprimir una nueva dirección a nuestros pensamientos y sentimientos. No es nada práctico dejar de disfrutar del momento presente por añorar un pasado feliz, o por soñar un hipotético futuro óptimo; lo sabio es convencernos de que este es el momento mejor de nuestras vidas y encontrar en nuestras mentes motivos para disfrutar de él. No podemos retroceder unos segundos ni tampoco podemos saltar hacia adelante unos segundos. Vivimos el ahora y nuestro interés en la vida y sus ofertas existe en este preciso momento. Ahora es el momento de la elección y la bendición. El día de hoy se convierte, así, en la perla de gran valor.