Servir a un propósito útil

25/02/2022 | By Arguments

Antonio Rojas

Arguments

catechesis

la chispa

">http://www.arguments.es/wp-content/uploads/lachispa/2022/02/Servir-a-un-proposito-util-a-.jpg"> No permitiré que nadie empequeñezca mi alma obligándome a odiarlo. -Booker T. Washington-   Booker Taliaferro Washington (1856-1915) fue un educador, orador, y líder de la comunidad negra estadounidense. Fue un esclavo emancipado que vivía en una indigencia terrible, tanto que a los nueve años tuvo que ponerse a trabajar. Fácilmente podía haber culpado de su situación a las circunstancias, usándolas como excusa para odiar, pero hizo todo lo contrario y aprovechó todas sus energías para mejorar su propia situación y la de otros. Antes que verse a sí mismo como víctima de las circunstancias, tomó las riendas de su propia vida. Comenzó a trabajar como conserje para financiarse los estudios. Después de graduarse y de vivir algunas experiencias como maestro, le pidieron que dirigiera una nueva escuela para negros en Tuskegere, Alabama. Aceptó el cargo. Partió de dos edificios reconvertidos en colegio, pero la carencia de medios no le empujó a envidiar a otras escuelas más pudientes, ni se dedicó a odiar a los colegas más afortunados, sino que se puso manos a la obra para alcanzar los objetivos que se había propuesto. Durante el periodo en que él dirigió el instituto Tuskegee, este creció hasta tener un claustro de casi doscientos profesores y cien edificios bien equipados. En lugar de lamentarse por las diferencias de su centro con otros mejor equipados, y tomar estas diferencias como excusa para odiar y desprestigiar a los otros, Booker se puso a construir su obra con talante positivo. Todos y cada uno de nosotros somos responsables de controlar tanto nuestra forma de ver la vida como las actitudes con que vivimos. El odio, como emoción, puede ser el sucedáneo de un sentimiento más poderoso. Cuando intentamos entender algunas actitudes humanas naturales, descubrimos que los odios más intensos suelen estar basados en un miedo fundamental o en un fuerte deseo personal. ¿No es cierto que en ocasiones podemos sentir resentimiento hacia alguien cuyas acciones parecen privarnos de algo que deseamos? Lo diré con palabras de James Baldwin: Imagino que una de las razones por las que las personas se aferran con tanta obstinación a sus odios es porque intuyen que, cuando desaparezca el odio, no tendrán más remedio que confrontarse con su dolor. El odio no cesa con más odio, solo cesa con amor. Es la eterna ley de una vida constructiva, esa vida que sabe utilizar los obstáculos como peldaños que suben al éxito. Y es que, con una actitud constructiva amorosa, los grandes momentos pueden brotar de periodos oscuros, porque el amor sabe cómo hacer que las calamidades sirvan a un propósito útil.    

Related articles

Subscribe to our Telegram channel


Follow us on

Arguments