El día de Pentecostés celebramos la venida del Holy Spirit sobre los apóstoles y la Virgen María después de cincuenta días de la Resurrección de Jesús. Ya nos hemos acostumbrado a ver la típica imagen de las lenguas de fuego sobre los discípulos, pero, además del fuego... ¿sabrías decir cuáles son los otros símbolos del Espíritu Santo? Aquí los tienes, según los explica el Catecismo (nn. 694-701).
Representa la acción del Espíritu Santo en el Bautismo: "El agua bautismal significa realmente que nuestro nacimiento a la vida divina se nos da en el Espíritu Santo". Según explica el Catecismo, el Espíritu es el agua viva que brota de Jesús crucificado.
Jesús es el Cristo (palabra griega que significa Ungido), ya que su humanidad ha sido "ungida por el Espíritu Santo". En la Confirmación, donde recibimos la plenitud del Espíritu Santo, la unción con el óleo es el "signo sacramental".
Son dos símbolos inseparables en las manifestaciones del Espíritu Santo. Ya aparecen desde el Antiguo Testamento y en el Nuevo son cumplidas por Jesús: en su Encarnación, cuando el Espíritu Santo cubre con su "sombra" a la Virgen María; en la Transfiguración, cuando "vino una nube y cubrió con su sombra" a Jesús, Moisés, Elías, Pedro, Santiago y Juan; y en la Ascensión, en la que una nube "ocultó a Jesús a los ojos" de sus discípulos mientras subía al Cielo.
La imposición de manos es "signo de la efusión todopoderosa del Espíritu Santo". Así curaba Jesús a los enfermos, y los apóstoles hacían lo mismo. Más aún, mediante este gesto llevado a cabo por los apóstoles el Espíritu Santo nos es dado. En los sacramentos se conserva el gesto de imposición de manos: por ejemplo, en la Santa Misa, justo antes de la consagración, el sacerdote coloca sus manos sobre el pan y el vino, que por el Espíritu Santo se transforman en Cuerpo y Sangre de Jesús.
Un himno que invoca el Espíritu Santo (el Veni Creator) lo llama el "dedo de la diestra de Dios". Referencias hay tanto en el Antiguo Testamento: el dedo de Dios escribió la Ley en tablas de piedra; como en el Nuevo: escribe san Pablo que la "carta de Cristo" está escrita con el Espíritu de Dios "no en tablas de piedra, sieno en las tables de carne del corazón".
El sello es un símbolo cercano al de la unción. Indica el carácter indeleble de la Unción del Espíritu Santo en los sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y del Orden. Esta imagen se ha utilizado para expresar el "carácter" imborrable impreso por estos tres sacramentos, los cuales no pueden ser reiterados.
Quizá el símbolo más conocido. Después de que Jesús se bautizara, bajó sobre Él el Espíritu Santo en forma de paloma. En algunos templos, añade el Catecismo, la "santa Reserva eucarística se conserva en un receptáculo metálico en forma de paloma", llamado columbarium.
Mientras que el agua significaba el nacimiento y la fecundidad de la vida dada en el Espíritu Santo, el fuego simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu Santo. En forma de lenguas "como de fuego" se posó el Espíritu Santo sobre los discípulos la mañana de Pentecostés y los llenó de él (Hch 2, 3-4). La tradición conservará este símbolo del fuego como uno de los más expresivos de la acción del Espíritu Santo.
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