Primavera 1916. Los hermanos Francisco y Jacinta han salido al monte con su prima Lucía y con el rebaño de ovejas de la familia. Después de comer, entre los olivos, se les aparece un ángel que les anuncia: “No tengáis miedo. Soy el Ángel de la Paz. Rezad conmigo”. Luego, de rodillas, los cuatro repiten: “Dios mío, yo creo, yo adoro, yo espero y yo te amo. Te pido perdón por aquellos que no creen, no adoran, no esperan, y no te aman". ">https://www.arguments.es/rosario/wp-content/uploads/2017/04/image-2017-04-24.jpg">
Esta fue la primera vez, de tres, que el ángel se manifestó a los pastorcitos de Fátima. Sin embargo, fue el 13 de mayo de 1917 cuando Nuestra Señora se apareció por primera vez a los tres niños en la Cova da Iria. Les pidió que fueran allí “seis meses seguidos, el día 13 a esta misma hora” y que rezaran el Rosario “todos los días, para alcanzar la paz para el mundo y el fin de la guerra”. De esta manera, empezó la serie de las seis apariciones de la Santísima Virgen en la Cova da Iria. Y, aunque Francisco y Jacinta fallecieron a los pocos meses de la última aparición -que tuvo lugar el 13 de octubre de 1918-, Lucía aún vivió hasta 2005. Así pudo dejar testimonio escrito de lo que sucedió en estas apariciones y del mensaje que Santa María quería transmitir a su pueblo. Hoy en día es una costumbre cristiana visitar el santuario que se ha construido al lado de la cueva de las apariciones, desde que en 1930 la Santa Sede autorizó la peregrinación al este lugar santo.
En 1915 Lucía y tres compañeras estaban rezando el rosario cuando una figura muda y blanca como la nieve, a la vez que transparente, aparece. Al terminar de rezar desaparece con el mismo misterio que había aparecido. La historia del mensaje de Fátima había comenzado, y Dios empezaba a hablar, como siempre, en silencio y a los humildes de corazón. Este mensaje se iría desvelando, poco a poco, en las sucesivas apariciones del Ángel de la Paz y de la Santísima Virgen a Lucía, Jacinta y Francisco, siendo la primera aparición de la Virgen el 13 de mayo de 1917. Ante la Virgen los pastorcillos caen de rodillas.
Todo el mensaje es una invitación a la adoración a Dios, pero una adoración que transforma la fe en esperanza y en amor: “Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo”. Este mismo espíritu de adoración hace que el espíritu propio se ofrezca y se entregue en reparación por los pecadores, “por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman”. Un mensaje de reparación por los pecados -pues ven inmersos en un mar de fuego a los pecadores-, que se ha de hacer no solo con la propia conversión a Dios y pidiendo la conversión del mundo entero, sino con el sacrificio constante y la oración, en especial el rosario diario.
The devoción al Inmaculado Corazón de María, pedida por la Virgen junto al rosario, es un medio de conversión y de reparación, a la vez que el refugio y el camino que lleva hacia Dios. Hay un trasfondo eucarístico en el mensaje de Fátima. Los pastorcillos recibirán del Ángel de la Paz la Sagrada Comunión, pero ese don han de continuarlo, y es lo que les pide la Virgen: hacerlo vida. Ellos responden a la invitación afirmativamente. Así participan en el misterio eucarístico de Cristo, en su misión redentora, al darse a sí mismos a Dios por los demás en reparación por los pecados.
Lucía dos Santos, la mayor de los tres pastorcillos, nació el 28 de marzo de 1907 en Aljustrel. Con tan solo 6 años, recibió la Primera Comunión. Le hizo, entonces, una petición a Dios: «Señor, hazme santa, guarda mi corazón siempre puro, para ti solo».
A los 7 años, comenzó a pastorear el rebaño familiar, con sus primos Francisco y Jacinta. Los tres pasaban la mayor parte de tiempo juntos en la sierra, con las ovejas.
Antes de las apariciones de la Virgen a los tres pastorcitos, Lucía cuenta que mientras estaba con tres compañeras vio como una nube, más blanca que la nieve, con forma humana. En 1917, Lucía con tan solo 10 años y junto a sus primos, ve a la Virgen de Fátima en su primera aparición en Cova de Iria. Luego de que Francisco y Jacinta fallecieron, la Virgen se le apareció a Lucía en 1921 -por séptima vez- en Cova de Iria y es cuando recibe luces sobre su vocación.
Después de las apariciones, Lucía acogió la misión de evangelizar y dar a conocer la misericordia de Dios. En 1921 ingresó en el Asilo de Vilar, de las Hermanas de Santa Dorotea. Ella misma llegaría a ser hermana dorotea; pero, en 1948, pasó al Carmelo de Santa Teresa en Coimbra. El 13 de mayo tomó el hábito con el nombre de María Lucía de Jesús y del Corazón Inmaculado, haciendo los votos solemnes como carmelita el 31 de mayo de 1949.
Lucía visitó Fátima varias veces tras haber entrado en el Carmelo. En 1982, el Papa John Paul II y ella se encontraron -por primera vez- en una visita del Pontífice a Fátima (justo un año después de que sufriera el atentado en la Plaza San Pedro, el 13 de mayo de 1981).
Lucía murió en el Carmelo el 13 de febrero de 2005. San Juan Pablo II escribió:
"Recuerdo con emoción los varios encuentros que tuve con ella y los vínculos de amistad espiritual que a lo largo del tiempo se fueron intensificando. Siempre me sentí amparado por la ofrenda cotidiana de su oración, especialmente en los duros momentos de provocación y sufrimiento«.
Francisco Marto nació el 11 de junio de 1908 en Aljustrel. Fue el penúltimo de siete hermanos (la menor será Jacinta, también vidente de Fátima).
El 13 de julio de 1917, los tres pastorcillos son detenidos por el Administrador del Ayuntamiento para que revelaran el secreto que la Virgen de Fátima les había mostrado en su segunda aparición. Los niños fueron interrogados, colocados en un calabozo y amenazados de ser freídos en aceite.
Ante esta amenaza Francisco dio una inocente respuesta:«¡Si nos matan, como dicen, de aquí a poco estamos en el Cielo! ¡Qué bueno! No me importa nada». Esta expresión es muestra de la peace y alegría que lo caracterizaban. Días más tardes fueron devueltos por las autoridades a sus casas.
Tras las apariciones, Francisco cayó enfermo de neumonía el 18 de octubre de 1918. Recibió los sacramentos el 2 de abril de 1919 y murió el 4 de abril de ese mismo año. Sus restos fueron sepultados en el cementerio parroquial de Fátima y el 13 de marzo de 1952 fueron trasladados a la Basílica de Cova de Iria.
A pesar de vivir tan solo 10 años, dio ejemplo de una vida de contemplation y adoración. Se cuenta que Francisco se escondía detrás de una roca o en lo alto de un monte a rezar solo. Algunas veces se quedaba largas horas rezando en silencio en la iglesia parroquial. Sin duda era el más contemplativo de los tres.
La pequeña Jacinta Marto nació el 11 de marzo de 1910 en Aljustrel. Era hermana de Francisco y prima de Lucía, con quienes pasaba sus días en las labores del pastoreo.
Luego de la primera aparición de la Virgen de Fátima, los pastorcitos acordaron no contar nada de lo que había pasado. Pero Jacinta, por la alegría de lo que había visto, no se pudo contener y fue la primera en anunciar lo que había sucedido.
Después de las apariciones, Jacinta, al igual que su hermano Francisco, cayó enferma de neumonía en otoño de 1908. Estuvo internada en el Hospital de Vila Nova de Ourém, del 1 de julio al 31 de agosto de 1919. Al año siguiente fue internada en el Hospital de D. Estefanía, en Lisboa, el 2 de febrero de 1920 hasta su muerte, el 20 de abril de ese año. Sus restos mortales fueron trasladados de Lisboa a Fátima y el 30 de abril de 1951 fueron finalmente llevados llevados a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima. Jacinta y Francisco fueron canonizados el 13 de mayo de 2017 en la visita del Pope Francis al Santuario de Fátima por el centenario de las apariciones. https://www.youtube.com/watch?v=xhKctSjIx4c
La Santísima Virgen, en sus apariciones en la Cova da Iria (Fátima), reveló un secreto a los pastorcitos. Un secreto que consta de tres partes, que sor Lucía fue haciendo público con el paso del tiempo (es común que la gente hable de tres secretos, pero en realidad es un solo, con tres partes).
La primera parte del secreto fue una visión del infierno. De la mano de Nuestra Señora, Lucía, Jacinta y Francisco vieron como las almas de los condenados flotaban sobre un mar de fuego, rodeadas de demonios con aspecto terrible.
Después de esto, la Virgen les hizo partícipes de la segunda parte del secreto. Para evitar que más almas fueran al infierno y que Rusia y el mundo entero se convirtieran y tuvieran paz, pedía “la Consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón, y la Comunión de Reparación los Primeros Sábados [durante cinco meses]”. John Paul II, el 25 de marzo de 1984, tres años después del atentado en la plaza San Pedro y recordando las indicaciones de Nuestra Señora, consagró en unión con todos los obispos del mundo a todos los hombres y mujeres y a todos los pueblos al Inmaculado Corazón de María.
Por último, Nuestra Señora les reveló la tercera parte del secreto el 13 de julio de 1917. Sin embargo, esta tercera parte no fue publicada hasta el año jubilar del 2000. Aunque ha dado a pie multitud de rumores, en una entrevista del mismo año jubilar, la vidente -Sor Lucía- declaró que la tercera parte del secreto hace referencia a la lucha del comunismo ateo contra la Iglesia y los cristianos, y que también describe los terribles sufrimientos de las víctimas de la fe en el siglo XX.
https://www.arguments.es/rosario/oraciones-de-los-papas-fatima/
La historia de las apariciones de la Virgen María en la Cova da Iria se ha llevado varias veces a la gran pantalla. Te indicamos cuál ha sido una de las películas más famosas sobre las apariciones y otra que se estrenara próximamente.
https://www.youtube.com/watch?v=1jOFyznf53w Quizá la adaptación con más repercusión global ha sido ‘El mensaje de Fátima’ (1952)[‘The miracle of our Lady of Fatima’], en la que se relata la sucesión de apariciones bajo la dirección del germano John Brahm. La producción de Warner Bross fue musicalizada por Max Steiner y nominada al Óscar de Mejor Banda Sonora.
https://www.youtube.com/watch?v=5SqFFUS2mew La productora portuguesa Imaginew también realizó una nueva película que, aunque también trata de las apariciones, le da un enfoque muy distinto. ‘Fatima and the Secret Treasure’ [‘Fátima y el tesoro secreto’] cuenta la historia de Madalena, una niña del pueblo de Fátima cuya madre hace poco que ha fallecido. Ambientada en pleno año del centenario de las apariciones, la niña descubre entre los recuerdos de su madre un libro que habla de un tesoro secreto. Aunque al principio no lo sabe, la búsqueda del tesoro secreto le irá relacionando, poco a poco, con los hechos de la Cova da Iria de 1917.
https://www.arguments.es/rosario/fatima-el-ultimo-misterio/