En el vuelo de regreso de su viaje a Armenia, el Pope Francis concedió, como de costumbre, una rueda de prensa. Uno de los periodistas le preguntó qué pensaba sobre la postura que deben adoptar los cristianos ante los actos de odio a los homosexuales (como el de la masacre de Orlando) y sobre las palabras del cardenal Marx según el cual la Iglesia debe pedir perdón a los gays por haberlos marginado.
La respuesta del Papa ha saltado a algunos medios como si se tratara de la gran novedad: los cristianos deben pedir perdón a las personas homosexuales. Sin embargo, y como él mismo insistió, Francisco solamente ha recordado lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica, en clara comunión con lo expresado por Benedict XVI o San Juan Pablo II sobre la homosexualidad. Os transcribimos lo que dice el Catecismo sobre el tema y os dejamos el vídeo de ">https://www.arguments.es/blogjmj/videos-jmj-young-answers/">JMJ Young Answers en el que algunos jóvenes responden a este tema.
2357 La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso. 2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición. 2359 Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana. http://www.youtube.com/watch?v=npf_XaUL6u0 Podéis consultar los puntos relacionados del Catecismo en la web del Vaticano.