La historia del aborto se remonta hasta la antigüedad de los tiempos: va unido a la historia del hombre y del egoísmo. Pero si queremos indagar en la historia del aborto moderno, lo mejor será comenzar con la Unión Soviética y EE.UU, que siguió un camino paralelo, aunque con apreciables diferencias. Fue en la Rusia de 1920 cuando se propuso disminuir la edad de responsabilidad penal a los 12 años y se asociaron las bandas de delincuentes juveniles con un problema cuya vía de erradicación era el aborto. El aborto se convertía, no en la solución al problema de la madre, sino en la solución a un problema social. Es curioso que todo esto se geste en la Rusia que se suponía que iba a defender al hombre frente a las estructuras capitalistas creadas en la revolución industrial. El mundo ruso se estaba convirtiendo en un modelo de fabricación de humanos, como si se tratara de un proceso ganadero. Se impuso la anticoncepción en algunos marcos, concepto que antes sólo existía, de hecho, en veterinaria. De este modo, ocurrió una reducción a la biología del hombre como único interés y no nos podría extrañar el hecho de que también existiese eugenesia, del mismo modo que una res raquítica no compensa conservar. Todo esto tiene notables resonancias con “Un Mundo Feliz”, de Aldous Huxley. Así, la modernidad cultural culmina con la creencia de que el hombre es una máquina biológica. Aunque no de un modo tan flagrante, todas estas ideas se van diseminando por el resto del mundo. En EEUU se da una gran explosión en la revolución sexual de 1968, al separar la procreación de la vida sexual. Hay que señalar el descubrimiento anterior de los anticonceptivos químicos, que posibilitaría una amplia difusión de estas prácticas. La mentalidad que asume los actos como morales se vuelve vieja, de un mundo que ya no es este. ">https://www.arguments.es/wp-content/uploads/culturadelavida/2015/05/Luis-Miramontes-12.jpg"> Sin embargo, uno de los problemas que ha traído esto es la soledad. Es la hija de la sociedad satisfecha. En realidad, no sorprende tanto. Lo que resulta llamativo es que la tasa de natalidad irá disminuyendo de forma notable, pero no alcanzará una cifra desconocida anteriormente. Los nobles franceses anteriores a la revolución francesa ya tenían esa tasa de natalidad tan descendida, debido a su exigencia en cuanto a las expectativas, educación y visión elitista del mundo. Otra de las razones que se aplican al mayor control de la natalidad es la necesidad del liberalismo de legislar todos los aspectos humanos. Esto hace que no sólo sea necesario en EEUU una red de especialistas en practicar abortos, sino también una opción y defensa legal para ello, tal y como ocurrió en el famoso juicio de Roe vs Wade. Por lo primero, el sexo se está convirtiendo en un gran negocio y se aboga como elemento de liberación cultural. El feminismo de los 60 enfrenta lo femenino con lo masculino, busca la igualdad en la equiparación de papeles. Hay multitud de ideas que nos puede sugerir semejante recorrido histórico. Quizá lo más apropiado sea que cada uno reflexionemos sobre este tema. En cualquier caso, la potenciación del juicio crítico es imprescindible.