"Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos con otros y para todos, como también lo hacemos nosotros con vosotros, para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos", Tesalonicenses: 3:12-13. Aquí estamos, un año más, al comienzo del Adviento. Este año, unámonos en oración para preparar la Navidad, considerando de fondo el valor de la vida que el Niño Dios viene a traer al mundo. Nos gustaría compartir con vosotros cada semana unas reflexiones al hilo de las Escrituras, y dos o tres intenciones por las que rezar. https://www.arguments.es/wp-content/uploads/comunicarlafe/2019/11/Navidad-800x533.jpg" alt="" width="800" height="533" />
El Adviento es una época de espera activa, por lo que los Proverbios nos dicen, 3:12:"Porque Dios corrige a quienes ama, como corrige un padre a sus hijos". <a href="https://twitter.com/Pontifex_es/status/1200753845023973376[/embed]">https://twitter.com/Pontifex_es/status/1200753845023973376 Eso es Cristo para nosotros, una esperanza realizada. Y nuestra relación con Él es crucial en nuestra salud espiritual. Esta es la razón por la que es tan importante no sólo que lleguemos con un mensaje de verdad y de amor a hombres y mujeres que están considerando el aborto, sino también con una duradera y perdurable esperanza que está fundada en Cristo. Que este Adviento nos acerque más al corazón del Padre cuando nos preparamos para celebrar el nacimiento de su unigénito Hijo.
Esta semana, unámonos en la oración por estas tres intenciones:
Oh María, aurora del mundo nuevo, Madre de todos los vivientes, a Ti confiamos la causa de la vida: mira Madre el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad. Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida. Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia, para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor, para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén