La confesión es quizá uno de los mayores temores de los católicos, pero… ¿Por qué? Para muchos la confesión es algo difícil, no sólo por el hecho de contar aspectos de nuestra vida que no queremos que otros sepan, sino porque no estamos seguros de si nos sabemos confesar o de qué debemos hacer antes o durante la confesión. Pues, esta vez los niños nos pueden ayudar a alejar nuestros miedos. Sí, los niños.
Un grupo de pequeños de segundo grado (7, 8 años) del colegio Los Molinos (Buenos Aires, Argentina) han preparado junto con su catequista, Agustín García Guerra, un vídeo sobre el sacramento de la Confesión. Primero pensaron mostrarlo solo a sus padres, pero a petición de estos, lo subieron a la red, donde está teniendo bastantes visitas. En el vídeo, los niños resuelven algunas de las dudas más habituales e impulsan a dejar a un lado ese temor o vergüenza que pueden sentir algunas personas al momento de confesarse. ¿Confesarse es difícil? ¿Jesús perdona todos nuestros pecados? ¿Qué hago cuando vaya a entrar a confesarme? ¿Por qué le tengo que decir mis pecados al sacerdote? ¿Por qué hay una penitencia?, éstas son algunas de las preguntas con las que inicia el vídeo; las cuales se van resolviendo a lo largo del mismo. Frases como “La conciencia es la voz de Dios en nuestra alma”, “En la confesión Dios perdona todos nuestros pecados”, “De la única manera en la que Dios no te perdone los pecados es que no le pidas perdón” nos permiten reflexionar sobre la oportunidad tan maravillosa que tenemos de reconciliarnos con Dios a través de este sacramento. Te recomendamos vivamente ver el vídeo para conocer, de mano de estos niños, el secreto para hacer una buena confesión.
A continuación te dejamos unas cuantas preguntas que hicimos al catequista Agustín, a través de las cuales podrás conocer un poco más cómo vivieron tanto los niños como sus padres la producción de este vídeo.
A los chicos les encantó la idea. Estaban muy ansiosos por saber qué papel les tocaría. Se prepararon estudiando bien sus líneas y pensando de qué manera decirlas, con qué gestos, etc. Lógicamente casi todos querían actuar de sacerdotes, sobre todo porque como nos estábamos preparando para su primera confesión, ya habíamos estudiado los distintos momentos del sacramento y se sabían todo.
Entraban al aula donde grabamos un poco nerviosos, ya que muchos de ellos no están acostumbrados a actuar. Otros eran más extrovertidos y estaban más desenvueltos. Pero en todos los casos lo vivieron con mucha alegría. Les encantó la idea de los "emojis", y siempre me pedían ver cómo había quedado todo luego de filmar. Lógicamente les tuve que explicar que eso llevaba un tiempo y que había que editarlo.
A los padres les encantó el vídeo. En un principio lo hicimos pensando solamente en que lo vieran ellos. El estreno fue en la última reunión de catequesis familiar a la que asisten los padres de los chicos para ayudar a que sus hijos se preparen para recibir el sacramento. El éxito fue tal que todos reclamaron que lo subiéramos a la web del colegio, a través del canal de Youtube del mismo. Una vez colgado allí, ellos mismos comenzaron a difundirlo y compartirlo, y en cuestión de horas se comenzó a viralizar. Así es como distintas páginas web y redes sociales vinculadas a la educación en la fe comenzaron a levantar el vídeo haciendo un gran bien para catequistas, niños y adultos. Destaco que en todo el proceso (preparación, filmación y difusión) lo que primó fue la alegría. Como nos repite el Papa Francisco, este es el sacramento de a alegría. Eso es lo que transmitieron los chicos, alegría y paz, con lo cual creo que se logró el objetivo.
