Anteriormente hablamos de la importancia de prepararse, tanto por dentro como por fuera, para participar de la Santa Misa, también en este tiempo de confinamiento. Ahora, te damos algunas ideas y sugerencias para sacarle más provecho a cada una de las partes de la celebración Eucarística. https://www.arguments.es/liturgia/consejos-para-vivir-la-misa-online-i-preparase-por-dentro-y-por-fuera/
En 2014, el Papa recordó que la Misa «es propiamente la Última Cena» que no es una simple representación (">http://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2014/documents/papa-francesco_20140210_misa-sin-reloj.html">Homilía del 10 de febrero de 2014 en la Residencia de Santa Marta). Ya dispuestos interior y exteriormente, la Fiesta va a comenzar. Debes ponerte de pie, como te pones de pie para saludar en una fiesta. Aunque nos encontremos en confinamiento, no está de más recordar que tenemos que dejar el ritmo frenético y dejarnos envolver por el Misterio que se hace presente. A continuación viene el acto penitencial, es el momento de entregarlo todo. Examina brevemente tu conciencia con la humildad de un pecador y la esperanza de un hijo de Dios. Luego, cuando el sacerdote incoe la oración, reza con él y presenta al Señor todo, tus miserias y también tus logros. Si se reza el himno de Gloria, presta atención a las palabras que pronuncias y reza con reverencia. Finalmente, presta atención a la Oración Colecta, ofrece tus obras del día.
Llegamos al momento en que la Palabra de Dios se hace presente en la Celebración. Y esto se recuerda dos veces a lo largo de este momento de la Misa, algunas veces tres. En Aperuit Illis, el papa Francisco estableció el III Domingo del Tiempo Ordinario como el Domigno de la Palabra de Dios (">http://www.vatican.va/content/francesco/es/motu_proprio/documents/papa-francesco-motu-proprio-20190930_aperuit-illis.html">Aperuit Illis, 3). En el mismo documento nos recuerda, junto con la Dei Verbum, que la Liturgia de la Palabra guarda un especial vínculo con la Eucaristía (">http://www.vatican.va/content/francesco/es/motu_proprio/documents/papa-francesco-motu-proprio-20190930_aperuit-illis.html">Aperuit Illis, 8 y ">http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19651118_dei-verbum_sp.html">Dei Verbum, 21). Por tanto, perderse de este momento es casi como olvidarse de comulgar. Y en estos tiempos en que no se puede recibir el Cuerpo de Cristo, viene bien hacer todo lo posible por prestar incluso más atención a la proclamación de la Palabra. https://www.arguments.es/liturgia/libros-liturgicos/ https://www.arguments.es/evangelios-en-audio/
No todo los días está prescrito que se diga el Credo. Pero cuando esté prescrito, debe decirse reflexinando sobre cada una de las verdades que expresamos en ese momento. El papa emérito Benedicto XVI reinvindicó la «necesidad de descubrir el vínculo profundo entre las verdades que profesamos en el Credo y nuestra existencia cotidiana a fin de que estas verdades sean verdadera y concretamente —como siempre lo han sido— luz para los pasos de nuestro vivir» y llamó a «conocer a Dios, encontrarle, profundizar en los rasgos de su rostro» (">http://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/audiences/2012/documents/hf_ben-xvi_aud_20121017.html">Audiencia General de 17 de octubre de 2012).
Este momento no se puede explicar, creo que es mejor vivirlo. Entramos en la Última Cena. Te recomiendo leer la ">http://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/homilies/2011/documents/hf_ben-xvi_hom_20110623_corpus-domini.html">Homilía de la Misa del Corpus Christi de 2011. Presta atención a todo lo que dice el o los sacerdotes que celebran, y a las respuestas que das. Cada «Amén» es una afirmación de lo que dice el sacerdote, presta atención y llévate sus palabras al corazón. Prepárate para que el Señor se haga presente. En el momento de la Consagración, ¡arrodíllate! El Cuerpo y la Sangre de Cristo están ante ti. Mírale con devoción, y déjate mirar por Él, está ahí. El Señor ha venido a verte y a darse.
Está de más decir que intentes rezar el Padrenuestro cada vez mejor, siempre meditándolo más. Para meditar bien la oración que el mismísimo Cristo nos enseñó te recomiendo leer el ">http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html">Catecismo de la Iglesia Católica desde el número 2759 hasta el 2865. No se puede recibir el Cuerpo de Cristo online, pero puedes rezar la Comunión Espiritual. Pídele al Señor para que esta situación que vivimos pase rápido y puedas recibirle cuanto antes. Pide esto sin olvidarte de pedir también por los enfermos y los fallecidos, y por sus familiares. https://www.arguments.es/liturgia/la-comunion-espiritual-en-tiempos-de-coronavirus/
Recibe la bendición y pídesela también al Señor, que te la está dando a través del sacerdote. Ahora se trata de vivir conforme a lo que acabas de celebrar, procurando ser instrumento de paz y de amor allí donde estés, siendo otro Cristo para los demás.
Acabas de ser parte de la Celebración, el momento más importante del día. No puedes hacer menos que permanecer en oración unos minutos para agradecer y reflexionar lo que acabas de atestiguar.
https://www.arguments.es/liturgia/15-ideas-del-papa-francisco-sobre-la-misa/
https://www.arguments.es/liturgia/misa-en-tiempo-de-pandemia/
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