https://www.arguments.es/wp-content/uploads/liturgia/2015/03/adorar-a-dios-en-la-liturgia-300x300.jpg" alt="Adorar a Dios en la liturgia" width="300" height="300" /> Título: Adorar a Dios en la liturgia, EUNSA, Pamplona 2015, 308 pp. ISBN: 978-84-313-3045-3. Autor: Alfonso Berlanga (ed.).
Durante el año litúrgico son frecuentes las invitaciones a adorar. En Navidad, la adoración del Niño envuelto en pañales, como recuerda el tradicional canto del Adeste fideles. De nuevo, en el Triduo Pascual, los fieles se arrodillan ante la Santa Cruz para adorarla. En el Ritual sobre el Culto eucarístico fuera de la Misa se nos ofrecen algunas maneras de manifestar esta actitud de respeto y de alabanza delante del Santísimo Sacramento. Por ejemplo, los cantos, las aclamaciones del pueblo, el silencio, la genuflexión o el permanecer de rodillas.
En una sociedad que en muchos países se autodenomina secular y posmoderna parece necesario recordar el fundamento y el contenido de esa actitud. La adoración a Dios es además uno de los cuatro actos propios de la virtud de la religión. Los otros son la acción de gracias, la petición, o la petición de perdón. Adorar responde a una búsqueda del hombre (tal es el caso de las religiones naturales). Pero sobre todo a una iniciativa de Dios que busca al hombre. Dios le abre su intimidad y le indica el camino adecuado para llegar a Él. Cuando el hombre no adora al verdadero Dios (o no se reconoce lo santo), crea sus ídolos. La liturgia cristiana, celebrada por hombres que no son ajenos al mundo en el que viven, necesita recuperar esta dimensión que le es propia. Juan Pablo II, en la Carta apostólicahttps://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/apost_letters/2004/documents/hf_jp-ii_apl_20041008_mane-nobiscum-domine.html" target="_blank" rel="noopener"> Mane nobiscum Domine, lo planteaba en estos términos: “Hace falta fomentar, tanto en la celebración de la Misa como en el culto eucarístico fuera de ella, la conciencia viva de la presencia real de Cristo, tratando de testimoniarla con el tono de la voz, con los gestos, los movimientos y todo el modo de comportarse. A este respecto, las normas recuerdan (…) el relieve que se debe dar a los momentos de silencio, tanto en la celebración como en la adoración eucarística. En una palabra, es necesario que la manera de tratar la Eucaristía por parte de los ministros y de los fieles exprese el máximo respeto” (n. 18).
Los autores de esta obra colectiva, coordinada por el profesor Alfonso Berlanga, buscan dar respuestas y sugerencias prácticas en esta misma línea. De los quince capítulos del libro queremos subrayar algunos de mayor interés para quienes se dedican a la catequesis litúrgica. El capítulo 8 explica la dimensión litúrgica en Ratzinger. Además, sirve de contexto para entender otros temas más prácticos, como los capítulos 12, 14 y 15. Estos están referidos al magisterio de los últimos papas sobre la cuestión, la exposición del Santísimo Sacramento y la reserva eucarística. Te dejamos el índice del libro para que puedas echarle un ojo 😉