¿Qué es y cuándo empieza el Adviento?
El Adviento es el tiempo de preparación para celebrar las fiestas de Navidad. Empieza cuatro domingos antes del día de Navidad (25 de diciembre). El inicio del tiempo de Adviento marca el inicio del nuevo año litúrgico. La palabra adviento viene del latín ad-venio que significa “venir, llegar”. Este tiempo de Adviento está dividido en dos partes:
- la primera desde el primer domingo hasta el día 16 de diciembre, donde se medita sobre la venida final del Señor al final de los tiempos;
- y la segunda, del 17 al 24 de diciembre, para meditar el nacimiento de Jesús y su irrupción en la historia del hombre con la celebración de Navidad.
¿Cuál es el sentido del Adviento?
El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor. Es un tiempo privilegiado con una triple finalidad:
- Recordar el pasado: celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació allí. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Se hizo hombre, igual a nosotros excepto en el pecado. Fue su primera venida, la que se recuerda.
- Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente la presencia diaria del Señor en nuestras vidas. Es necesario estar siempre en vela para reconocerlo y caminar por sus caminos, que son de verdad, justicia y en amor.
- Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la segunda venida de Jesucristo cubierto de gloria y con poder para juzgar a vivos y muertos. Es la Parusía. Para prepararnos hemos de vivir como hijos de Dios, haciendo siempre el bien de la mano del Señor. Esperamos su venida gloriosa que nos traerá la salvación y la vida eterna en el cielo con Él.
¿Qué finalidad tiene el Adviento?
San Bernardo, en un famoso sermón sobre el Adviento, desarrolla esta triple finalidad. Para él hay tres advientos: nacimiento del Señor, en nuestra vida cotidiana y la Parusía. Así, siempre estamos viviendo insertos en el Adviento, pues siempre estamos esperando la segunda venida de Jesucristo a la vez que queremos reconocerlo ya presente y operante en nuestra vida. El Adviento adquiere una dimensión que trasciende el tiempo concreto para insertarse en lo eterno, por eso clamamos desde el fondo del alma todos los días en la Eucaristía: “Ven, Señor Jesús”. Es un tiempo de penitencia. Hay que prepararse para vivir con un corazón renovado, limpio y puro las fiestas del Nacimiento del Señor. Es tiempo para pensar en lo bueno que hemos hecho, lo bueno que hemos omitido hacer y lo malo que hemos hecho. Para ello hay que pararse y reflexionar a la luz del Señor. Todos los días podemos ser mejores. En Adviento es recomendable hacer un plan para ser mejores cada día, no de este tiempo sino toda la vida.
Ideas básicas sobre el Adviento
Y, ya para terminar, algunas ideas que no se deben olvidar:
- El Adviento comprende las cuatro semanas antes de Navidad.
- Es un tiempo de preparación, esperanza y arrepentimiento.
- Nos preparamos para la Navidad y la segunda venida de Cristo como Juez y Rey de todo el universo.
- Es un tiempo en el que podemos hacer una revisión más profunda de nuestra vida y salir con buenos propósitos para toda la vida.
- Es un tiempo para cuidar nuestra fe. En estas fechas estaremos bombardeados por toda clase de publicidad para comprar, comprar y comprar. No hemos de olvidar que el verdadero sentido del Adviento no es ese. Vivamos el Adviento con sentido cristiano.