El 27 de noviembre es la fiesta de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Es la intermediaria para lograr que se cumpla los favores sobre todo los grandes e imposibles. Son muchos los santos que han acudido a su intercesión consiguiendo abundantes gracias a través de la Milagrosa. Uno de ellos fue San Maximilano. Tenía una gran confianza en su ayuda y obtuvo muchos frutos gracias a su mediación. Lo cuenta él mismo en 1922: "De todo corazón expreso mi agradecimiento a la Santísima Virgen María por la conversión, del todo inesperada, del señor N. Éste, muy culto, pero débil en la fe, afirmaba que necesitaba argumentos más claros para creer, y se confesaba hereje. Un miembro de la Milicia de la Inmaculada [seguro que el mismo p. Kolbe] le prestó un buen libro, que no le interesó mucho; le ofreció entonces una "Medalla Milagrosa". El mismo día esa persona, de manera realmente inesperada, hizo una sincera confesión que terminó con un llanto. ¡Gloria a la Inmaculada!". San Maximiliano tuvo muchas experiencias como ésta. ¡Renovemos nuestro compromiso de repartir con fe y amor cuantas más medallas mejor, y ¡gloria a la Inmaculada! http://www.arguments.es/wp-content/uploads/santo-de-hoy/2018/11/FIESTA-DE-LA-MEDALLA-MILAGROSA-CAPILLA-DE-LA-CALLE-RUA-DU-BAC-EN-PARÍS-DONDE-FUERON-LAS-APARICIÓNES-A-SANTA-CATALINA-LOBOURÉ-MENSAJESDEDIOSALMUNDO.BLOGSPOT-279x300.jpg" alt="" width="600" height="646" />
A. "Las oraciones funcionan. Solo hay que pedir con fe"
Mi esposo era adicto a las drogas y por eso terminó en la cárcel. Al principio no sabía si permanecer con él o hacer mi propia vida. Dejando de lado sus problemas, siempre fue un gran esposo y un maravilloso padre para nuestras hijas. Yo comencé a rezar a Nuestra Señora y a muchos santos. A través de la oración, mi corazón se hizo fuerte y quise luchar por mi matrimonio. Mi esposo encontró el apoyo legal que necesitaba, y fue puesto en libertad más pronto de lo esperado para estar con su familia y sanar. Siempre le estaré agradecida a la Virgen María por todo su amor y su intercesión para salvar nuestro matrimonio y mantener a nuestra familia unida. Nuestro matrimonio es mucho más fuerte que antes de estas pruebas. Les recomiendo a todos que confíen en Dios y en Nuestra Señora. Las oraciones funcionan. Solo hay que pedir con fe.
B. "Las cargas de mi vida se han hecho menos pesadas"
Yo he sufrido de depresión y ansiedad por muchos años, lo que me causa muchos altibajos. Ahora que llevo puesta una Medalla Milagrosa, siento que las cosas no me preocupan tanto como antes. No me presiono y dejo que Dios decida. Por medio de la sanadora intercesión de Nuestra Señora, siento que las cargas de mi vida se han hecho más livianas. Doy gracias a la Virgen.
C. "Le iban a operar del corazón, pero gracias a la intercesión de la Milagrosa, no fue necesario"
Le comento que mi hermana tuvo que ser llevada al hospital de emergencia un martes por la noche. Los doctores la revisaron y nos dijeron que tenían que hacerle una cirugía de corazón o un trasplante de venas cardíacas. Yo recé con mi hermana y juntas dijimos la oración de sanación y yo le unté aceite bendito de Nuestra Señora. Nos sorprendimos mucho cuando el jueves en la mañana dieron de alta a mi hermana sin necesidad de ninguna cirugía. Considero que esto fue un milagro de intercesión de la Virgen de la Medalla Milagrosa y un testimonio del poder de la fe.
D. " Nuestra Señora se impone en Nueva York"
El 31 de octubre de 2012 la portada del Wall Street Journal publicaba la siguiente noticia: “una enorme estatua de nuestra Señora de la Medalla Milagrosa se encuentra intacta en medio de la destrucción en el barrio Breezy Point de Queens, Nueva York, el martes. El fuego destruyó al menos 80 viviendas allí donde el huracán Sandy golpeó a la comunidad frente a la playa”. David Carmona, de los paules de Zaragoza, se hacía eco de esta noticia y reflexionaba así en su web: "Así quedó intacta nuestra Señora, en un barrio de Nueva York, luego del paso del Huracán Sandy. La famosa imagen de la Virgen de los Rayos que aparece en la medalla milagrosa, con el mundo bajo sus pies… ¿Será que tanta devastación se hubiera podido evitar si se le hubiesen pedido las gracias que nos quería dar? ¿Será que por eso la imagen no tiene ningún rayo, es decir, que a nuestra Señora, nadie la recordó ni nadie le pidió las gracias que venía a entregar y por eso ningún rayo se desprende de sus manos?"
La Medalla Milagrosa es en sí todo un tratado de Teología que puede desentrañarse con sencillez, ya que conocemos los elementos que la forman y su significado: http://www.arguments.es/wp-content/uploads/santo-de-hoy/2018/11/Medalla-Milagrosa--300x213.jpg" alt="" width="550" height="390" />
Para detalles, nadie como la propia Sor Catalina, quién las describe así: "Serían no más que las once y media de la noche. cuando oí que me llamaban: "Hermana. Hermana, Hermana". Desperté; miré del lado por donde la voz venía. Corrí la cortina; y vi a un niño, como de cinco años que vestía de blanco; y así me dijo: "Ven a la capilla, que allí te espera la Virgen". Tranquilizada por él, dime prisa en vestirme; y le seguí… No pequeña fue mi sorpresa, viéndolo todo iluminado; mas esta mi sorpresa creció de punto ante la claridad de la capilla. Recordábame ésta la misa de Navidad. Sin embargo, por ningún lado se echaba de ver la presencia de la Virgen. Arrodillada, hacíaseme largo el tiempo de espera. Acrecíalo el temor de verme descubierta. Llegó la hora. Y el niño me previno con estas palabras: "Mira, ahí tienes a la Virgen Santísima". Noté como un roce de sedas que se dirigía al lado del Evangelio, a un sillón que allí había. Era la Virgen, quien se me ofrecía sentada. Creo imposible describir cuanto veía y ocurría en mi: algo así como un temor de verme engañada; y de que aquella a quien yo veía, no fuera la Santísima Virgen. Mas, el ángel de mi guarda -que no era otro el niño- me increpó un tanto severo y sin más dudar, me arrodillé junta a Ella y puse mis manos en su regazo" Y allí, mano a mano, como de Madre a hija, "quiero, hija mía, me dijo, nombrarte por mi embajadora. Sufrirás no poco; más vencerás, pensando ser todo para la gloria de Dios. Con sencillez y confianza di cuanto entiendas y veas". Prudente la Hermana, pidió prendas de cuanto había visto y oído. Prenda que la Señora le dio cumplidas. Profetizó la Hermana. Presto y cuando menos se esperaba, tuvieron sus profecías cabal cumplimiento. En estas se hallaba el asunto, que acreditaba la misión de Sor Catalina Labouré, cuando la Virgen María tuvo por bien dejarse ver otra vez en la tarde del 27 de noviembre del mismo año. Demos la palabra a Sor Catalina: Vi a la Virgen Santísima en todo el esplendor de su belleza. Indecible al labio humano. . . . Bañada de luz su figura. Asentaba los pies sobre una media esfera... En sus manos, a la altura del pecho, otra esfera más pequeña. Alzados los ojos al Cielo, noté cómo sus dedos tenían anillos, de los cuales brotaban pequeños haces de luz.... Viendo lo cual, oí una voz que así me dijo: "Figura el globo al mundo entero y a todos y cada uno de los mortales." "Son los rayos símbolo de cuántas gracias concedere a quienes me las piden". Gozaba la Hermana con lo ya visto, cuando al punto - prosigue la misma- hízose en torno de la Virgen Santísima a modo de óvalo con estas palabras, en caracteres de oro: "¡Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!" Volvióse la visión y notó la Hermana una letra M y sobre ésta una Cruz descansando en una barra. Debajo de lo anterior, el Corazón de Jesús coronado de espinas y el de María atravesado con una espada, Y todo ello, circundado con doce estrellas. Se dejó oír al mismo tiempo una voz, que así decía: "Acuñad una medalla según el modelo. Cuantos la lleven consigo, recibirán gracias sin cuento… Llevadla con entera confianza."
Postrado ante vuestro acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludaros en el augusto misterio de vuestra concepción sin mancha, os elijo, desde ahora para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y Protectora ante la majestad de Dios. Yo os prometo, virgen purísima, no olvidaros jamás, ni vuestro culto ni los intereses de vuestra gloria, a la vez que os prometo también promover en los que me rodean vuestro amor. Recibidme, Madre tierna, desde este momento y sed para mí el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte. Amén
Vuestra Medalla ¡oh María! es prenda de protección. La Medalla prodigiosa a vos purísima Virgen debe el principio y origen en una visión dichosa. Todos por eso a porfía desean su adquisición. Vuestra Medalla ¡oh María! es prenda de protección, los brillantes resplandores que vuestras manos despiden son las gracias que reciben de Vos los hombres viadores. ¿Quién es el que no confía viendo tal demostración? Vuestra Medalla ¡oh María! es prenda de protección. ¿Quién podrá cantar Señora los prodigios que habéis hecho con el que llevara al pecho la Medalla y os implora?. Llevémosla noche y día con tierna veneración. Vuestra Medalla ¡oh María! es prenda de protección. El rayo, la tempestad, el contagio inevitable, de esta medalla admirable huyen con celeridad. La virtud que los desvía es la de Vuestra intercesión. Vuestra Medalla ¡oh María! es prenda de protección. Los enfermos desahuciados buscan con solicitud en la Medalla salud, y no quedan defraudados; Sanos, llenos de alegría dicen con devoción: Vuestra Medalla ¡oh María! es prenda de protección. Los hombres más obstinados en la impiedad y en el vicio del eterno precipicio con ella han sido librados pues por vos Dulce María lograron su conversión. Vuestra Medalla ¡oh María! es prenda de protección. Madre en gracia concebida, rogad Señora por nos que recurrimos a Vos en tan miserable vida; Muéstrate clemente y pía ahora y en toda ocasión. (Hacer la petición). Vuestra Medalla ¡oh María! es prenda de protección.
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https://www.youtube.com/watch?v=xnwyfC45tec