Traducción de Loli Hevia Alonso
Parece de sentido común. Vive con alguien durante un tiempo y así sabrás si es la persona ideal para vivir una vida juntos. ¿No querrías conocer de antemano ese desagradable hábito que no puedes soportar? Si vivís juntos, te aseguras que es la persona adecuada y, además, evitas cometer un gran error. Esto es bastante diferente a lo que las generaciones anteriores pensaban, educadas en la idea de que se casaban antes de vivir juntos. Pero es claramente la manera de pensar de mucha gente hoy en día. Y es una idea que tiene una creciente investigación que la apoya. Varios estudios sugieren que la convivencia previa al matrimonio ya no tiene ningún efecto en las posibilidades de divorcio. Un">http://time.com/20386/how-shacking-up-before-marriage-affects-a-relationships-success/">Un artículo de la revista Time del 2014 informa sobre un destacado">https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/jomf.12092">destacado estudio en el Journal of Marriage and Family que indica que la razón principal por la que las parejas funcionan mejor o peor es debido a la edad en que empiezan a vivir juntos y no depende de si cohabitan antes o después del matrimonio. Así que imagínate la sorpresa cuando, 4 años más tarde, se publica un estudio en la misma revista que sugiere precisamente lo contrario. https://www.arguments.es/wp-content/uploads/matrimonio/2018/12/traducción.jpg" alt="" width="842" height="595" />Índice anual de separaciones para primeros matrimonios, con y sin cohabitación premarital. ¿Tenían razón las generaciones anteriores después de todo? Pasado el primer año de matrimonio, cuando el riesgo es más bajo, las parejas que viven juntas empeoran la relación una vez casados si comparamos con los que no vivieron juntos. En este estudio, como en el anterior, se tienen en cuenta variables como: edad del matrimonio, educación, raza, duración del matrimonio, niños en el matrimonio y la historia familiar. Hay un saludable, y sorprendentemente moderado, debate en blogs académicos sobre si la cohabitación previa al matrimonio eleva o no los riesgos . ¿Quién tiene razón? Hay dos explicaciones ampliamente aceptadas de porqué las parejas que cohabitan antes del matrimonio tienden a funcionar peor. La primera es que la selección es importante: como señala el último estudio: “Las parejas que cohabitan antes del matrimonio tendían a ser , incluso antes de la experiencia de la cohabitación, más liberales, menos religiosas y con más tendencia al divorcio si la relación tiene problemas”. La segunda es que la experiencia es importante. Si se empieza una relación como algo informal y transitorio, entonces cuando las parejas pasan de la cohabitación al matrimonio, avanzan en su compromiso pero ya está dañado por la naturaleza “ informal y transitoria de la cohabitación”. Pero hay otra explicación que ha sido poco considerada desde ambos lados. La inercia importa. Simplemente, el hecho de vivir juntos hace más difícil marchar si las cosas no van bien. Así que algunas de estas frágiles relaciones de convivencia desembocan en un matrimonio al que no podrían o no deberían llegar. Para estas parejas, el matrimonio es la opción más fácil. En vez de terminar la relación antes de la cohabitación, la ruptura se retrasa hasta después del matrimonio. En su blog ,el Profesor Scott Stanley señala en un artículo sobre el nuevo estudio: “No hay una razón concreta para esperar que el riesgo de inercia se disipará al incrementar la aceptación de la cohabitación porque lo que prima es la temporalidad de aspectos tales como el compromiso, no las ideas sociales o las actitudes personales”. Lo más importante, incluso si este estudio está equivocado, cosa poco probable si tenemos en cuenta el factor de la inercia, y resulta que las parejas casadas funcionan mejor si viven juntas primero, no debemos olvidar a todas las parejas que cohabitan y no llegan al matrimonio. De acuerdo con nuestros propios datos no publicados en el Reino Unido, por cada 10 parejas que cohabitan y se casan en algún momento, 7 de ellas se rompen. Sea lo que sea que estos estudios nos muestren sobre las parejas que se casan, no nos indican si es mejor la cohabitación para tener un matrimonio estable. Y cuando se les pregunta a las parejas por el motivo que les ha llevado a vivir juntos, la peor respuesta posible suele ser comprobar si la relación es buena o no. Así que cuando hablamos de vivir juntos, es decir comprar antes de probar, no te sorprendas cuando descubras que devolver el producto si no es nulo el grado de satisfacción es mucho más difícil de lo que pensabas. Harry Benson es director de investigación de la Fundación para el Matrimonio en el Reino Unido. Artículo original en inglés: Living together before getting married: shoul you buy before you try?