[:es]El talento es ese don tan valorado hoy en día en las organizaciones que buscan máximo beneficio y rendimiento. El talento consiste en ser muy consciente de lo que vales, conocer tus capacidades, fomentarlas, instruirse bien aprovechando el tiempo con ganas y ser constantes. Para ello, no basta usar la cabeza, es necesario una buena dosis de “pasión” por algo o por alguien. Sin esa pasión, más allá de uno mismo, no es fácil conseguir la constancia, el esfuerzo, la voluntad y además ser feliz en ello. Ahí está la base del compromiso. Las empresas saben bien que invertir en talento sin compromiso tiene un coste de oportunidad muy elevado a medio o largo plazo. La persona genial al servicio del mejor postor es una inversión a corto plazo que de hecho puede generar pérdidas a la empresa y romper equipos. En la era de las plataformas colaborativas se ha descubierto el factor exponencial del trabajo en equipo. La suma de “talentos” comprometidos y compenetrados es un tesoro.
El equipo estrella es, sin duda, el que integra talentos diferentes y complementarios, como el talento del hombre y de la mujer. “Los últimos estudios demuestran que un mayor número de mujeres en las organizaciones repercute de manera directa en la rentabilidad de las empresas, aportando mayor dinamismo y propensión al cambio, lo que tiene una incidencia directa en ventajas competitivas y estratégicas que pueden suponer un incremento del beneficio de hasta un 6%. Según un artículo publicado por la Asociación de Progreso para la Dirección. “Las mujeres tienden a compensar la manera de actuar racional con aquélla que pone de relieve las capacidades afectivas y su estilo de liderazgo se basa en la cooperación lo que es vital para lograr objetivos de alto rendimiento”. Como puntos fuertes, “los hombres trabajan de manera autónoma y su capacidad de autocontrol para gestionar las crisis es altísima”.
Para conciliar ambas necesidades personales de desarrollo familiar y profesional se hace necesario reducir el estado de conflicto permanente que supone para la mujer integrar ambos mundos de manera equilibrada. Son necesarias organizaciones flexibles, en tiempo, espacios y funciones. La flexibilidad será la llave para crear ese compromiso con el proyecto, la organización o la empresa que hará que las capacidades personales fluyan. En la actualidad, a medida que progresan las medidas de igualdad en el trabajo para la mujer, el llamado Work and Family Conflict también se extiende al hombre.
“Las mujeres están "lejos de la corresponsabilidad" con el hombre en las tareas domésticas”. Así lo revela, un estudio de investigación de la Universidad Internacional de Cataluña, realizado por Esther Jiménez y Nuria Chinchilla, (profesora en el IESE Business School y pionera de la Investigación en torno al Liderazgo Femenino y la flexibilidad en la empresa). Este estudio revela que el 92% de las mujeres que trabaja a jornada completa lava siempre la ropa, frente al 22% de los hombres, y que ocurre lo mismo con la limpieza de la casa (73% contra 28%) o con la plancha (46% contra 10%) según un artículo publicado por la Cope, el 5 de marzo 2019. Esta realidad se impone. No obstante es importante abordar el riesgo de agotamiento, no estrictamente en términos de igualdad de porcentajes por tarea, sino en términos de trabajo en equipo, alternando estas tareas con otras que suelen hacer los hombres -mantenimiento de la casa, el coche o la compra-, también requeridas para el cuidado de la familia, en función de habilidades, gustos, tiempos, y cuidando el descanso mutuo y otras necesarias para el cuidado de la familia, en función de habilidades, gustos, tiempos, y cuidando el descanso mutuo.
En este sentido la igualdad es una falacia y conviene aceptar la realidad y tener claro el proyecto vital y las prioridades. Cuando la decisión de tener hijos se retrasa por priorizar los objetivos de la carrera profesional, aumenta el riesgo de infertilidad, y el esfuerzo de adaptación al gran cambio que supone ser madre primeriza a una edad más tardía; esto puede suponer un desgaste mayor para los padres y tener menos hijos de los deseados. El trabajo en sí es bueno para la mujer en la medida que aporta su talento al desarrollo del mundo y contribuye a la educación de sus hijos y al sostenimiento familiar; sin embargo, mantenerse en el equilibrio adecuado, y respetar los tiempos, la responsabilidad conjunta, y la ayuda mutua con flexibilidad, es lo que determina el éxito de cualquier equipo de trabajo, tanto en el mundo profesional como en la familia.
Ésta es la mejor pregunta, hoy en día las últimas generaciones desde los millennials hasta la generación Z saben perfectamente el valor de la vida personal, la necesidad y la libertad de vivirla y de inicio buscan la empresa flexible que les permita reducir todo conflicto y conciliar de manera real. Las organizaciones saben que para retener el talento, ya no hay vuelta atrás, es necesario tomar medidas serias como el toque de queda para salir del trabajo, o la posibilidad de un día a la semana de trabajo desde casa etc. Como ejemplo, Mahou">https://www.abc.es/familia/padres-hijos/abci-estas-medidas-llevado-mahou-san-miguel-obtener-nota-maxima-conciliacion-201904170150_noticia_amp.html">Mahou San Miguel como empresa joven y para jóvenes se ha llevado la nota máxima de excelencia por sus medidas de conciliación según la Fundación Masfamilia con medidas serias para apoyar la conciliación para todos, hombres y mujeres. ¡Enhorabuena![:]