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Han pasado unos meses desde que Aleksandra -nombre ficticio para preservar su intimidad- se separó de su marido. A pesar de querer formar una familia, durante los siete años de matrimonio no pudieron concebir ningún hijo. Después del divorcio, mantuvo una relación con un compañero de trabajo y fruto de esta aventura –tal y como lo calificó ella misma– se quedó embarazada. Sola en Estados Unidos, pues procede del Este de Europa, y sin recursos para poder mantener al bebé, vio en el aborto su única salida. Ayer vino a uno de nuestros centros para poner fin a su embarazo.
Casi todas las mujeres que se acercan a la asociación, necesitan contar sus problemas y preocupaciones, ser escuchadas por alguien que esté dispuesto a ayudarles. Emocionada y sin poder contener el llanto, Aleksandra me fue abriendo su corazón poco a poco. Siempre quiso formar una familia y ver crecer a sus hijos junto a su esposo. Los problemas que tuvo para quedarse embarazada le sumieron en una profunda depresión. Además, se fue dando cuenta de que el hombre con el que se había casado ya no le quería. La llegada de este bebé es algo incomprensible y difícil para ella. Siempre se ha posicionado en contra del aborto, pero sola y sin una relación estable, no se ve capacitada para ser madre soltera. Tal y como señaló “cuando un tema como éste te toca de cerca, puedes llegar a cambiar tu punto de vista”.
Sin embargo, a pesar de haber tomado una decisión, pude intuir que no estaba segura del paso que iba a dar. Cuando una mujer embarazada que está pensando en el aborto no quiere dejar de hablar contigo, sabes que hay una posibilidad, aunque sea remota, de salvar dos vidas: la suya y la del niño. Después de hablar durante casi una hora, me dijo que iría al día siguiente a hacerse una ecografía para tomar una decisión. Nada estaba todavía decidido. Cuando nos despedimos, le deseé mucha suerte y le ofrecí todo mi apoyo.
Esta mañana, de camino a la oficina, he recibido un mensaje. Era de Aleksandra. Está de seis semanas y va a continuar con el embarazo. Me ha dicho que cometió un gran error al mantener una relación con el padre del niño, pero que no piensa cometer un error más grande.
“Me diste el apoyo y la fuerza que necesitaba. Ahora sé que he tomado la mejor decisión para mi bebé y para mí. Espero que seas mi ángel en este camino”.
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