Se llama Israel, tiene 26 años. Es periodista, trabaja en COPE. No fuma y goza de buena salud. Y ha sido uno de los que les ha tocado batallar contra el coronavirus; ese bichito invisible, que en algunos casos puede llegar a ser letal. Él mismo te cuenta su testimonio y reflexiones a raíz de lo que le ha tocado vivir estos días en primer persona: la lucha cuerpo a cuerpo contra el COVID-19 con la ayuda de los sanitarios -que se la juegan por los enfermos cada día-, de su familia y de la oración. El dibujo que figura como imagen de cabecera es un regalo que le hizo una amiga suya: Rocío Arias. Se titula: "Ángeles sin alas". Recogemos su hilo en forma de relato. ¡Gracias campeón y gracias por habernos hecho partícipes contigo de tu pelea! ¡Esta guerra la ganamos todos juntos, batalla a batalla! #YoMeQuedoEnCasa https://twitter.com/israelremuinan/status/1242138389887008768?s=20
Hace cinco días me ingresaron en el hospital por una neumonía bilateral, más que probablemente derivada del coronavirus. Ahora, después de pasarlo muy mal y viendo que voy evolucionando, me gustaría contaros un poco. Esto es serio y también afecta a los jóvenes. Hace dos semanas empecé a encontrarme mal. Con fiebre (38,2º C) y mucho dolor de cabeza. Por detrás de los ojos, muy intenso. Era el día de mi cumpleaños y me tumbó en la cama. Me dolían todos los músculos del cuerpo, como si un coche me hubiese pasado por encima. Fueron 3 días. Me puse bien tomando ibuprofeno y paracetamol. En cuanto tuve el primer síntoma no se me ocurrió salir de casa. Tenía dudas sobre si podía ser el COVID-19, pero a los dos días mi compañero de piso empezó con los mismos síntomas y con un poco de tos. Yo pensé que lo había superado Tres días después me costaba un poco respirar. Pero no le di importancia, pensé que me estaba sugestionando. Pero el caso es que fue a más y me desperté de madrugada porque me encontraba bastante mal. No quería ir a Urgencias, los hospitales están saturados, pero al llamar al número me dijeron que fuese. SOLO SE DEBE IR si a los síntomas del Covid le sumas la dificultad respiratoria clara. Y allá que fui. Me hicieron la prueba, una radiografía y me pusieron una mascarilla.
Pensé que me iba a ir a casa. Soy joven, no fumo, no tengo enfermedades de ningún tipo, más allá de algún pico de asma por alergia... y tengo 26 años. Pero en la placa se veía la afectación pulmonar y tuvieron que ingresarme. “Tienes neumonía bilateral, seguramente por coronavirus. Vamos a ponerte en tratamiento y a ver qué pasa. Tienes a tu favor que eres joven”. Solo me dijeron eso. Es un virus desconocido, no tiene un tratamiento específico, es experimental y no te prometen que te vayas a curar. ¿Por qué saben que es neumonia de COVID? Por la forma de expandirse. Lo hace en forma de pecas. No comienza en una parte en concreto. Por eso es peligrosa y afecta casi siempre a los dos pulmones. Si tardas en reaccionar se complica todo mucho, es vital el diagnóstico precoz. Esto es experimental. El virus no se conoce pero parece que este mix de tratamientos está siendo el más eficaz. Todo en aislamiento total. No te pueden acompañar familiares y los sanitarios (que son auténticos héroes) entran en la habitación jugándosela. Luego hablaré de ellos.
Los dos primeros días fueron terribles. Estaba en shock. Es durísimo. Me costaba respirar y la ansiedad hacía que me costase más. No tenía fuerzas para coger el teléfono, estaba destrozado. Y los médicos no te pueden decir que te vayas a curar, basicamente porque no lo saben. El tercero seguía con mucha dificultad respiratoria y algo de fiebre. Saturaba bien, pero aún así tuvieron que ponerme un poco de oxígeno y orfidal para dormir. El coco te da muchas vueltas. Te imaginas mil situaciones. Solo rezar y hablar con mi madre hacía que me calmase. Las noches eran horribles. El hospital está desbordado. Son casi todo abuelos, la inmensa mayoría solos en las habitaciones. Escuchas carreras, gritos, mucha tos. Y eso que estamos en planta, no quiero imaginarme la UCI.
Ahora llevo casi tres días encontrándome algo mejor. Parece que mi cuerpo responde. Lo notas en que respiras casi normal, que tienes más apetito y te apetece hablar con la gente. Tampoco tengo fiebre. Ayer la enfermera me dijo que era el que mejor estaba de la planta. Alivio. La primera prueba salió negativa. Dicen que pasa en muchas ocasiones, por eso se complica el diagnóstico. Me hicieron otras dos. Una por la nariz, muy molesta, y otra por la garganta, todavía más molesta. Ahora esperando resultados, pero por protocolo, ellos lo tienen clarísimo. Hoy me animo a tuitear porque la doctora me ha dicho algo positivo, al fin. Siendo muy muy muy cautos, porque se enfrentan a lo desconocido, parece que voy evolucionando y mis pulmones están mejor. Si la próxima placa sale bien, podría incluso irme a casa con toda la precaución. Y me alegro infinitamente... porque hacen falta camas. Me siento un privilegiado. Veo las fotografías de IFEMA y se me parte el alma.
Ahora varias reflexiones. Los sanitarios son auténticos superhéroes. Todo lo que nos partamos las manos aplaudiendo va a ser poco. ¡SALVAN VIDAS PONIENDO LA SUYA EN JUEGO!!!!!!! El papel de la enfermera es clave. Me emociono solo de pensarlo. Son las que te acompañan, las que te ayudan, te tranquilizan y hacen que no te sientas solo. Son ángeles; así os lo digo. Entran siempre con una sonrisa, aunque muchas lloren al acabar su turno. Que sé que pasa. Dicho esto. Parece que por fin somos conscientes de lo que significa este virus. Parece preparado para matar. En cuanto puede se mete en tus pulmones y trata de ahogarte. No entiende de edades ni de género. Los jóvenes tenemos ventaja, pero eso no te asegura nada. Hay muchísimos sanitarios infectados, abuelos que se mueren solos, padres y madres de familia que dejan a sus hijos huérfanos y jóvenes que están en la UCI. Y todo en soledad. Hay quien no puede ni siquiera enterrar y despedir a los suyos. Es sumamente cruel.
https://twitter.com/APerezAlonso/status/1241643555023659008?s=20 https://twitter.com/AlexAcedoH/status/1240727206290169856?s=20
PD: Estoy convencido de que en mi aparente mejoría también influye que tengo a más de 200 personas rezando por mí 🙏 (nosotros también 😉; ¡la oración mueve montañas!). https://twitter.com/ClinicaNavarra/status/1238930410584801280?s=20