Uno de los temas más importantes para la Iglesia en nuestro tiempo es el de los jóvenes y la vocación. Por eso se convocó el pasado mes de octubre un Sínodo de los Obispos sobre el tema ">http://www.synod2018.va/content/synod2018/es.html">Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.
Está claro que una de las claves está en tener en cuenta que la iniciativa es siempre de Jesús. Por eso san Juan XXIII dijo que la vocación consiste en “seguir esta voz que llama”, y nos llama precisamente para “encontrar la propia vida”, (">https://w2.vatican.va/content/john-xxiii/es/speeches/1961/documents/hf_j-xxiii_spe_19611216_vocazioni.html">Primer Congreso Internacional Sobre Las Vocaciones Religiosas, 16 de diciembre de 1961), porque Jesús es “el camino, la verdad y la vida” (Jn. 14, 5-6).
El futuro ya San Pablo VI, dijo: “Mirad a Cristo. Lo decimos en particular a vosotros, jóvenes, con paterno afecto y con gran confianza” (">http://w2.vatican.va/content/paul-vi/es/messages/vocations/documents/hf_p-vi_mes_19780410_xv-word-day-for-vocations.html">Mensaje del Papa Pablo VI para la XV Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, 1 de febrero de 1978). El modelo de toda vocación es Jesucristo, y “sólo una intimidad vivida día a día con Él, en Él y por Él puede hacer nacer y acrecentarse en un corazón juvenil la voluntad de donarse irrevocablemente”. ¡El encuentro con Jesús rejuvenece el corazón!
San Juan Pablo II, citando a su predecesor, afirmaba que: “cada vida es vocación” (Populorum progressio, 15). Por eso, para él, “considerar la vida como vocación favorece la libertad interior (…), juntamente con el rechazo de una concepción de la existencia pasiva, aburrida y banal” (">https://es.zenit.org/articles/juan-pablo-ii-la-vida-como-vocacion/">Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, 26 de noviembre de 2000). Responder que sí a Jesús significa rechazar una vida gris y monótona, porque la respuesta nace del encuentro con su mirada. “¡Deseo que experimentéis una mirada así! ¡Deseo que experimentéis la verdad de que Cristo os mira con amor!” (Carta a los jóvenes, n. 7).
Comentando el pasaje del joven rico (Marcos 10, 17-22), Benedicto XVI se centra precisamente en esta mirada de Jesús: “Jesús se le quedó mirando con cariño”, y dice: “La mirada del Señor es el centro de este especialísimo encuentro y de toda la experiencia cristiana. De hecho, lo más importante del cristianismo no es una moral, sino la experiencia de Jesucristo”. Por eso remarcaba: “Queridos jóvenes, os invito a no olvidar esta perspectiva en vuestro proyecto de vida: estamos llamados a la eternidad. Dios nos ha creado para estar con Él, para siempre. Esto os ayudará a dar un sentido pleno a vuestras opciones y a dar calidad a vuestra existencia”, (Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XXV Jornada Mundial de la Juventud, 28 de marzo de 2010).
Para el Papa Francisco, es propio de un corazón joven plantearse ideales vocacionales, porque: “Los jóvenes que no buscan nada, no son jóvenes, son jubilados, han envejecido antes de tiempo. Es triste ver jóvenes jubilados”. Para él, Jesús “se presenta como un “incendiario” de corazones. De ahí esta pregunta que busca hacer emerger el deseo de vida y de felicidad que cada joven lleva dentro: “¿Qué cosa buscas?”. Hoy quisiera preguntarles a los jóvenes que están aquí en la Plaza y a aquellos que nos escuchan a través de los medios de comunicación: “¿Tú, que eres joven, qué cosa buscas? ¿Qué cosa buscas en tu corazón?” (Catequesis Audiencia General, 30 de agosto de 2017).