1. LA MEDIACIÓN DE CRISTO

Extraído de: Mateo Seco, Lucas F. y Domingo, Francisco. Cristología. Instituto Superior de Ciencias Religiosas. Universidad de Navarra, 2004.

3. El ministerio regio o pastoral de Cristo

El Buen Pastor (Champaigne)

El Credo afirma de Cristo que está sentado a la derecha del Padre, desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos, y añade que su reino no tendrá fin, repitiendo así la expresión del anuncio hecho a María: El será llamado Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; y reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin (Lc 1, 32-33).

La dignidad real de Cristo ya había sido anunciada en el Antiguo Testamento (cf. Sal 2,6; Is 9,6; 11, 1-9; Dn 7,14; Mi 4,7; etc.), y había sido equiparada a la condición de Pastor del pueblo; pueblo que es considerado como su grey (cf. Is 4,9-11; Sal 78,52; Mi 2,12-13; Jr 3,15; etc.).

La conciencia de la condición real del Mesías era viva entre los contemporáneos de Jesús. Por ejemplo, los Magos a su llegada a Jerusalén preguntaron: ¿dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? (Mt 2,2); y Natanael, reconociendo en Jesús al Mesías, dice: Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel (Jn 1,49).

Precisamente porque entre los judíos estaba difundida una concepción muy material y terrena del Reino mesiánico, Jesús no habló mucho de su realeza; así, cuando el pueblo maravillado después de la multiplicación de los panes quiere proclamarlo Rey, Él se alejó de ellos (Cf Jn 6,15). Pero, en una circunstacia particularmente solemne, contestando a la pregunta de Pilato, Jesús afirmó: Sí, tú lo dices, Yo soy Rey (Jn 18,37). En el Nuevo Testamento, encontramos otros muchos testimonios sobre la realeza de Cristo, sobre todo con la afirmación de que Cristo es el Señor (cf. Hech 2,36; Flp 2,11; Rm 10,9; 1Co 12,3; etc.). Finalmente, el Apocalipsis describe a Jesús en la gloria con un manto real: Lleva escrito un nombre en su manto y en su muslo: Rey de reyes y Señor de señores (Ap 19,16).