Extraído de: Mateo Seco, Lucas F. y Domingo, Francisco. Cristología. Instituto Superior de Ciencias Religiosas. Universidad de Navarra, 2004.
- Inicio
- 1. La mediación de Cristo
- Síntesis
- 1. Existencia y naturaleza de la mediación en Cristo
- 2. Los tria munera Christi o las tres ministerios del Mediador
- 3. El ministerio regio o pastoral de Cristo
- 4. Índole y ejercicio de la realeza de Cristo
- 5. Cristo, supremo legislador y juez
- 6. El ministerio profético de Cristo
- 7. El Magisterio de Cristo
- 2. El ministerio sacerdotal de
Cristo
5. Cristo, supremo legislador y juez

Cristo ejerce su función de Rey en la instauración de su reino con las acciones propias del Señor: reuniendo a su pueblo y estableciendo las leyes del Reino, del que se declara Juez Supremo. Pertenece a la fe que Cristo es Legislador: Si alguno dijere que Cristo Jesús fue por Dios dado a los hombres como redentor en quien confíen, y no también como legislador a quien obedezcan, sea anatema *:
Los Evangelios narran que Cristo “legisló”; basta pensar en el Sermón de la montaña, en la institución de la Iglesia, de los sacramentos, o en la promulgación de la Nueva Ley del amor (cf. Jn 13, 34-35). Él es el "nuevo legislador" que, abrogando la ley mosaica, estableció una ley eterna y un testamento nuevo. Se me ha dado toda potestad en el cielo y en la tierra, dice el Señor a los Apóstoles en su última aparición (Cf Mt 28, 18).
Pertenece también a la fe que Cristo es el Juez, que "ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos"**. Él mismo ha enseñado que el Padre no juzga a nadie, sino que ha entregado al Hijo todo juicio (Jn 5,22), y ordenó a los Apóstoles "predicar al pueblo y atestiguar que por Dios ha sido instituido juez de vivos y muertos" (Hech 10, 42).
Cristo es, pues, Juez, Legislador y Señor ( Cf Is 33,22). Pero no se puede entender este poder de juzgar al margen de la voluntad salvífica de Dios: "Como este poder de juicio está profundamente unido a la voluntad de salvación, según se desprende del Evangelio, es una nueva revelación del Dios de la Alianza, que viene hacia los hombres como Emmanuel, para librarnos de la esclavitud del mal. Es la revelación cristiana del Dios que es Amor"l***.