Extraído de: Mateo Seco, Lucas F. y Domingo, Francisco. Cristología. Instituto Superior de Ciencias Religiosas. Universidad de Navarra, 2004.
- Inicio
- 1. La mediación de Cristo
- Síntesis
- 1. Existencia y naturaleza de la mediación en Cristo
- 2. Los tria munera Christi o las tres ministerios del Mediador
- 3. El ministerio regio o pastoral de Cristo
- 4. Índole y ejercicio de la realeza de Cristo
- 5. Cristo, supremo legislador y juez
- 6. El ministerio profético de Cristo
- 7. El Magisterio de Cristo
- 2. El ministerio sacerdotal de
Cristo
6. El ministerio profético de Cristo

Cristo es el único Maestro de la Nueva Ley: No os hagáis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro: el Mesías (Mt 23, 10). Jesús manifiesta claramente que ha sido enviado por el Padre y ha sido ungido por el Espíritu para predicar la Buena Nueva. Así, p.e., en Nazaret, al aplicarse las palabras del profeta Isaías (Is 61, 1): El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido; me ha enviado a predicar la buena nueva a los pobres...( Mt 4, 18).
El Señor no sólo no se opone a que se le designe con los términos de profeta y maestro, sino que Él mismo se aplica este título: Vosotros me llamáis maestro y Señor, y hacéis bien, porque lo soy (Jn 13, 13). Es lo mismo que se encuentra implícito en afirmaciones de Jesús como Yo soy la luz del mundo (Jn 8, 12); Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn 14, 6). El dar testimonio de la verdad y liberar a los hombres del error es uno de los aspectos intrínsecos del mesianismo de Jesús. Así lo afirma ante Pilato: Yo he nacido y venido a este mundo para dar testimonio de la verdad (Jn 18, 37).
Profeta es quien habla a los hombres las palabras de Dios. Muchos fueron los profetas en el Antiguo Testamento, y el mismo Mesías fue anunciado también como un gran Profeta. Así, por ejemplo, leemos en el Deuteronomio: Yo les suscitaré, de en medio de sus hermanos, un profeta semejante a ti, pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande (Dt 18,18).