Extraído de: Mateo Seco, Lucas F. y Domingo, Francisco. Cristología. Instituto Superior de Ciencias Religiosas. Universidad de Navarra, 2004.
- Inicio
- 1. La mediación de Cristo
- Síntesis
- 1. Existencia y naturaleza de la mediación en Cristo
- 2. Los tria munera Christi o las tres ministerios del Mediador
- 3. El ministerio regio o pastoral de Cristo
- 4. Índole y ejercicio de la realeza de Cristo
- 5. Cristo, supremo legislador y juez
- 6. El ministerio profético de Cristo
- 7. El Magisterio de Cristo
- 2. El ministerio sacerdotal de
Cristo
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Contenidos
Hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús (1 Tim 2, 5; Cf Ga 3, 19-20; Heb 8, 6). El Magisterio de la Iglesia se ha referido muchas veces a la mediación de Cristo, citando explícita o implícitamente estas palabras de San Pablo: por ejemplo, en la Carta dogmática del Papa San León I a Flaviano (año 449), en el Concilio de Florencia (año 1442), en el Concilio de Trento, (Decresto sobre el pecado original, año 1546), y varias veces en los documentos del Concilio Vaticano II. Esta unidad didáctica pretende profundizar en esta verdad de fe y explicitar las riquezas soteriológicas contenidas en esta realidad.
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El tema 1 comienza presentando los conceptos de mediación y de mediador. A continuación se demuestra que a Cristo, en cuanto hombre, le compete el título de mediador tanto en el sentido ontológico como en el dinámico y para ello se acude a los textos de la Sagrada Escritura y de la Tradición y se aportan también razones teológicas. Esta mediación comporta unas funciones o ministerios, denominados munera Christi, que se resumen en tres: 1) el ministerio regio o pastoral; 2) el ministerio profético o magisterial; 3) el ministerio sacerdotal. En este tema se estudian los dos primeros.
- El tema 2 se dedica a explicar el ministerio sacerdotal de Cristo. La mediación de Cristo es una mediación sacerdotal. No es idéntico el contenido de estos dos términos: mediación y sacerdocio, pues aunque todo sacerdote es mediador, no todo mediador es sacerdote. En Cristo la razón de su ser de mediador es la misma de su ser de sacerdote: la gracia de la unión hipostática. Cristo, en cuanto hombre, es el Sumo Sacerdote de la Nueva Ley (véase la epístola a los Hebreos cap. 7). Este es un tema nuclear porque de su Sacerdocio participan todos los sacerdotes de la nueva Ley.
Bibliografía
Ocáriz, F., Mateo-Seco, L.F., Riestra, J.A., El misterio de Jesucristo, cit. 221-280.
Schmaus, M., Teología Dogmática VII Madrid 1963, 87-123.
Auer, J., Jesucristo, salvador del mundo, Barcelona 1989, 174-191; 418-422.